El amor que se profesaron Televisa y Saúl Canelo Álvarez
no duró mucho tiempo. En marzo último el consorcio que no había dejado de mimar
al pugilista concediéndole espacios privilegiados en las pantallas y
ensalzándolo de mil maneras se volvió contra él. Ahora, para la televisora el
boxeador es una suerte de monstruo al que incluso responsabiliza de la muerte
de uno de sus sparrings…
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Durante más de cinco años
fue parte de las estrellasde los canales de Televisa, que sedienta de
competir con TV Azteca por los niveles de audiencia en las transmisiones de
boxeo se permitió crear una falsa imagen llamada Saúl Canelo Álvarez,
con un oscuro historial en su vida personal, al que inflaron, vendieron al mejor
postor, como el más taquillero, y hasta lo hicieron ver como un chico
carismático y galán.
Pero la gran apuesta del consorcio televisivo fue una
caricatura en el ring. Con el mínimo esfuerzo, su oponente se encargó de
exhibir todas las carencias técnicas del pelirrojo pugilista.
Las imágenes de televisión llegaron a más de 100 países,
y en México la desigual contienda alcanzó un rating histórico en las
peleas de boxeo profesional: 41.9 puntos, equivalente a 45 millones de
telespectadores, informó Golden Boy Promotions, con lo que superó en 10 puntos
el nivel de audiencia del pleito entre el filipino Manny Pacquiao y Juan Manuel
Márquez, transmitida a su vez por la competencia directa, TV Azteca.
Tras el desigual combate, la credibilidad de Saúl se
desplomó como el globo que la televisora se encargó de inflar en torno a su
mediática imagen. Después de su derrota, y en el mismo escenario que lo vio
caer ante Mayweather, su regreso al cuadrilátero no estuvo exento de polémica
nada más propinarle un potente gancho de izquierda que cimbró al débil
adversario, Alfredo El PerroAngulo, por lo que el réferi Tony Weeks
decidió detener la pelea en el décimo episodio, el pasado 8 de marzo.
El Canelo se impuso por nocaut técnico. Sin
embargo, el fallo desencadenó el enojo de Angulo y de un gran sector en la
arena, la mayoría a favor del derrotado. Y el desenlace fue peor: el
descontento derivó en silbatinas, abucheos y lanzamiento de objetos al
cuadrilátero. Como pudo, el equipo de seguridad retiró del lugar a Saúl y a su
grupo de trabajo. Incluso, un objeto impactó el rostro del entrenador de
Álvarez, José Chepo Reynoso.
El idilio Canelo-Televisa se desquebrajó en cuestión
de días: justo una semana después la televisora se lanzó contra su gran
estrella y hasta ahora único pugilista que le genera altos índices de rating. La
puntilla se la asestó al exhibirlo y señalarlo como responsable de la muerte de
uno de sus sparrings, el excampeón mundial ligero de la Federación
Internacional de Boxeo (FIB) Javier Chatito Jáuregui.
Durante dos semanas consecutivas, la revista TV y
Novelas, del grupo Editorial Televisa, se encargó de acusar al pecoso peleador
en su edición del 17 de marzo. En la portada destacó como nota principal que
Javier Jáuregui, de 40 años, perdió la vida por “las terribles golpizas que
recibió durante los entrenamientos con el pelirrojo para su pelea contra el
Perro Angulo”.