viernes, 29 de abril de 2016

Los “panchos” del STIRT

Ventura Cota y Borbón III
El 13 de abril próximo pasado el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radio y la Televisión (STIRT) fue puesto a prueba y ¡reprobó!

Bueno, en realidad quien fue exhibido como un “líder” chaparro, romo, en momentos autoritario y ramplón, fue el dirigente de esa asociación Ricardo Acedo Samaniego.

En la medición de fuerzas contra el señor Sergio Romano –ex editorialista de la cadena Telemax-, el sonorense Acedo Samaniego salió perdiendo y lo peor, en su retractación se vio medroso y laxo.

Con mucha “hombría”, el dirigente de marras, producto del dislate del alopécico personaje tomó la decisión unilateral de cesarlo ipso facto, para que días después ante las presiones de quien sabe quién, reculara y hasta “disculpas ofreciera por tan irrazonable decisión”. Nota: esto último inferencia personal.

Sergio Romano regresa pronto a las pantallas de la televisión e incluso a los micrófonos radiales (es posible que ya esté, incluso), evidenciando con ello que la “autoridad” de una entidad en apariencia tan poderosa, cual fiero mastín le peló los dientes.

La otra situación que pudo presentarse, es que ante tan grande estulticia vomitada por Romano, Acedo Samaniego se vio en la necesidad de armar un “pancho” para que dijeran que el STIRT no permitiría exabruptos de ese tenor (de hecho lo insinuó el lidercillo). Pero lo malo, es que ese “pancho” no se sostuvo al menos un tiempo razonable para que la gente dijera que la cosa iba en serio. Muy pronto desfacieron el entuerto.

Ricardo Acedo Samaniego se vio inquisidor, decimonónico, autoritario. Pero a la misma vez cobarde, entregado, pusilánime, blandengue. Un juez, jurado y verdugo.

Y es que en realidad si el STIRT quisiera poner orden en todos sus agremiados, material hay de sobra. Simplemente y sin buscar mucho, aquí en el pueblo hay dos o tres medios radiofónicos que se “salen del calzón” y a éstos ni con el pétalo de la rosa lo molestan. ¿Existirá alguna razón en especial? Creo que sí y se llama también RICARDO.

He dicho.