miércoles, 23 de diciembre de 2015

Compromiso cumplido

 Por Ventura Cota y Borbón II
El título de este comentario podría parecer escrito por un político para disfrazar su demagogia, sin embargo por fortuna corresponde a quienes con su aportación hicieron posible el festival “Un juguete, una sonrisa” y se logró recaudar poco más de 800 juguetes y 250 bolsitas de dulces, para ser entregadas a las personas a quienes iban dirigidas: Pitahaya.

La salida rumbo a la comunidad yaqui fue acordada a las 8 horas de este miércoles, y puntualmente llegaron Mayra Almada –la revelación como Santa Claus-, Rafael “Indio” Laguna, mi esposa Consuelo y su servidor y una vez acomodados las bolsas con juguetes y dulces, se inició el periplo.

Llegamos a Pitahaya y aunque en un principio lucía desolada la plaza principal, una vez que la gente divisó el camión, de inmediato una gran cantidad de niños, niñas, señoras y señores e incluso hasta una manada de chuchos que andaban en la bola peleando por su hembra, se acercaron. No creo exagerar si calculo en unas 300 personas la multitud.
 
Santa Claus, bajó del camión y los niños y niñas un poco sorprendidos por tan inesperado personaje, primero con desconfianza y después ante la cauda de regalos que llevaba el mítico personaje oriundo del Polo Norte, se arremolinaron ante su figura.

Es una emoción indescriptible ver la cara de cada niño y niña cuando recibían sus respectivos obsequios. Hay que hacer mención que además de los juguetes y dulces, se llevó ropa nueva para bebé y hasta para niños de edades mayores.

Santa Claus llegando a Pitahaya
Creo y hay coincidencia entre quienes estuvimos presentes, que el mejor pago que obtuvimos todos (ustedes como patrocinadores y nosotros como intermediarios) es ver la sonrisa en esas caritas inocentes de tantos pequeños que aunque es posible no les resuelva su situación de vulnerabilidad, sí, tendrán esa noche –desde ya--, una juguete, un dulce que les hará más tenue su humilde existencia. 

Las madres de esos niños y niñas, también expresaron su alegría y mandaron sus agradecimientos acompañados de bendiciones.

Misión cumplida. Gracias a ustedes que nos dieron la oportunidad de servirle a nuestros hermanos, que aunque separados por barreras de costumbres e idioma, pudimos entender en gestos y sonrisas, la alegría que hoy sintieron.

Dios los bendiga y que pasen la mejor de la Navidad.

He dicho.