La tenacidad de dos hombres, uno, corredor de bolsa en Nueva York, Bill W.; y otro, un doctor en Akron, el Dr. Bob, hicieron que desde aquel lejano 10 de junio de 1935 hasta hoy 80 años después naciera y posteriormente floreciera por el mundo entero una organización de vida y salud no de vergüenza para la recuperación de los enfermos de alcoholismo: A.A.
Por Ventura Cota y Borbón III
Hoy es 10 de junio y la asociación de
Alcohólicos Anónimos cumple 80 años de salvar vidas alrededor del orbe. El 10
de junio de 1935 es la fecha que marca el inicio de la sobriedad definitiva del
Dr. Bob, cirujano que ejercía en Akron, Ohio, EE.UU., a quien le tocó hacer
compañía por casi un mes a Bill, un corredor de bolsa con problemas, que no
quería recaer en la bebida y desesperado por algún tipo de ayuda, le pidió al
párroco más cercano que le recomendara a alguien con el mismo problema para
hablar con él. El párroco le habló a Henrietta Sieberling, ella a su vez
contactó a Bob, quien aceptó reunirse con Bill. De esa reunión y las
siguientes, nació la semilla de AA.
Bob y Bill habían estado en contacto con un
grupo de ayuda espiritual personal, que había sido fundado en 1908 por Frank
Buchman, quien fue secretario local de la YMCA en Filadelfia y desilusionado
por la falta de apoyo a sus planes de ayuda a los jóvenes necesitados, se fue a
Inglaterra, allí fundo una cofradía evangélica que luego, en 1921, cambió su
nombre por el de “Grupos Oxford”. Este grupo se extendió rápidamente por todo
el mundo.
A Bill y a Bob se acercaron otras personas que
alcanzaron la sobriedad a través del incipiente programa. Poco a poco se fueron
definiendo y perfeccionando los aspectos del mismo. Cuatro años después
publicaron el libro “Alcohólicos Anónimos”, en el cual se explican los doce
pasos de la recuperación, que son un detallado plan para lograr la abstinencia
y mantener la sobriedad, actualmente vigentes.
¿Es el alcoholismo una enfermedad?
La Organización Mundial de la Salud, en el año
de 1953, después de un profundo estudio, diagnosticó al alcoholismo como una
enfermedad incurable, progresiva y mortal por necesidad y que puede atacar
indiscriminadamente tanto a hombres como a mujeres, no importando la edad ni el
estrato social; asimismo la Sociedad Americana de Salud al igual que como
muchos otros grupos profesionales, consideran al alcoholismo como una
enfermedad. En la actualidad, jueces y legisladores también lo van reconociendo
como enfermedad, aunque es válido decir que aún hay algunas autoridades que
continúan mirándolo solamente como expresión de problemas emocionales ocultos.
Otros lo ven como un síntoma que antecede a una enfermedad, aunque requiere
tratamiento por sí mismo.
El Comité sobre Alcoholismo de la Asociación
Médica Norteamericana, define al alcoholismo como una enfermedad en la cual se
presenta ansiedad por el alcohol y pérdida del control sobre su consumo, como
un tipo de dependencia que puede causar daño a la salud de la persona o
interferir su habilidad para trabajar y para avenirse con los demás. El
alcohólico bebe usualmente –no es esto una regla general-, en grandes
cantidades, y con frecuencia llega al estado de embriaguez. Sin embargo, la
cantidad y la frecuencia no son más que síntomas. Si bien es cierto que algunos
alcohólicos beben en menores proporciones que algunos bebedores sociales, este
hecho no modifica su condición básica ni la hace menos grave.
El factor clave está en la pérdida del control y
la ansiedad por la droga, en este caso el alcohol. Los defectos físicos y las
dificultades para ajustarse a la vida pueden contribuir al desarrollo de la
enfermedad, o ser un resultado de ella.
Algunos síntomas
El síntoma más frecuente, entre otros, que se
atribuye a la enfermedad del alcoholismo es la negación. El individuo que está
bebiendo, le molesta que se refieran constantemente a su modo de beber, la
bebida solitaria, o el beber temprano por la mañana pueden ser signos de
alcoholismo, pero no siempre se presentan. Con la pérdida de control llegan las
lagunas mentales, la pérdida de valores, de trabajos, etc.
En forma similar, el vivir en sitios de baja
condición, la irresponsabilidad y otros tipos de conducta comúnmente asociados
con el alcoholismo, ni se limitan a este desorden ni forman necesariamente
parte de él. En realidad, la clase de alcohólicos compuesta por miembros de
alto nivel profesional y económico constituye probablemente la más numerosa, y
con toda seguridad, una de las clases de alcoholismo más ignoradas en este
país.
Cómo trabaja el programa…
Bill y Bob no inventaron nada nuevo, de hecho,
el programa de recuperación de A.A. es sintetizado de la religión, la
psiquiatría, la medicina y las experiencias propias de sus miembros. En éste se
aplican 12 pasos para la recuperación personal y 12 tradiciones para convivir
con los compañeros, sociedad, familia, etc., pero además, todo es sugerido, no
se le obliga a nadie a llevarlos a cabo. Las juntas o reuniones se efectúan por
medio de pláticas de una hora y media que los psiquiatras denominan
psicoterapia grupal. Se dice que se enfermaron por la boca (bebiendo) y por la
boca se recuperan, pero no se curan…recordemos que el alcoholismo es una
enfermedad incurable.
Realmente, no hay nada nuevo en AA. Se podría
decir que no hay grupo religioso, fraternidad o asociación con fines de
crecimiento espiritual y personal, que no practique la aceptación, el
inventario personal a través de la introspección, la meditación, la confesión,
la reparación o desagravio y algún tipo de oración.
¿Qué es lo que permite que AA sea un éxito para muchos?
Es probable que el éxito radique en algunos
presupuestos vigentes para AA desde 1935: la neutralidad moral de las bebidas
alcohólicas, que no son buenas ni malas; la no denominación religiosa, que permite
a cada quien su acercamiento personal al Dios de su fe; la organización
absolutamente horizontal, con autonomía absoluta de los grupos; el anonimato;
la disposición de sus miembros a “pasar el mensaje” y a colaborar unos con
otros con su presencia incondicional; la no imposición y el respeto a ultranza
por la individualidad de cada quien y el constante refuerzo de la autonomía
personal; finalmente, la aceptación del papel coadyuvante pero no
imprescindible de los médicos y de las medicinas.
Para los médicos, AA es un instrumento
terapéutico de primer orden. La aceptación del tratamiento por parte del
paciente debe incluir el consentimiento de asistir a AA y, si no fuera ese el
caso, será parte de su labor sugerir, con firmeza y esperanza, la asistencia a
los grupos de AA. Asista o no el paciente a AA, a los familiares siempre se les
pide con optimismo que asistan a ALANON, que es el grupo de ayuda para los
familiares de quien sufre dependencia del alcohol.
La cuestión del Anonimato
Un miembro de AA, veterano de un grupo de
Guaymas dijo lo siguiente: Una cosa es ser anónimo y otra es andar de
incógnito. El anonimato es para la prensa, radio y televisión; para pasar el
mensaje hay que dejarse ver, en el sentido amplio de la palabra, para poderle
dar nuestra historia al que está sufriendo; no se trata de un asunto de
vergüenza, sino de una forma de proteger a la gente que se acerca por primera
vez y de un escudo para los demás alcohólicos, para protegerlos de sus propios
defectos de carácter, ya que a veces quieren hacer pública su labor social, que
la gente vea que ha cambiado, que ya son buenos y esto rompe el anonimato y por
lo tanto, desvirtúa el objetivo que como agrupación tienen.
"Grupos en Guaymas, Empalme y San
Carlos"
Existen alrededor de 22 grupos de recuperación
de A.A., en Guaymas, Empalme y San Carlos. Todos ellos pertenecen a la Central
Mexicana de Servicios Generales de A.A., AC, en su enunciado se resume lo que
AA hace o no hace y es el siguiente: “Alcohólicos
Anónimos es una comunidad de hombres y mujeres que comparten su mutua
experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a
otros a recuperarse del alcoholismo. El único requisito para ser miembro de AA,
es el deseo de dejar la bebida. Para ser miembro de AA, no se pagan honorarios
ni cuotas, nos mantenemos con nuestras propias contribuciones. A.A., no está
afiliada a ninguna secta, religión, organización o institución alguna, no desea
intervenir en controversias; no respalda ni se opone a ninguna causa, nuestro
objetivo primordial es mantenernos sobrios y ayudar a otros alcohólicos a
recuperarse del alcoholismo”.
La oficina de información pública pone a sus
órdenes el teléfono 222 85 55 para cualquier información o duda.
En la actualidad existen poco más de 4 millones
de miembros en cerca de 182 países.
Han sido 80 años de grandes esfuerzos pero que
se han concretado en la satisfacción de ver la sonrisa de una familia entera en
que su pilar principal (hombre o mujer) se recupera día a día con este
maravilloso programa de A.A.
Los cofundadores, el Dr. Bob murió el 16 de
noviembre de 1950. Bill W, falleció en Miami de pulmonía el 24 de enero de 1971.
Siete meses antes había pronunciado ante la Convención Internacional del 35º
Aniversario lo que resultaron ser sus últimas palabras a sus compañeros de
A.A.: “Dios les bendiga a ustedes y a Alcohólicos Anónimos para siempre.”
Desde entonces, desde ese día de junio de 1935,
hasta hoy a más de salvar la vida de millones de seres con problemas
alcohólicos, A.A. ha llegado a ser una comunidad de extensión mundial, lo cual
ha demostrado que la manera de vivir dentro de esta agrupación hoy en día puede
superar casi todas las barreras de raza, credo e idioma.
La humanidad debe un reconocimiento y un perenne
agradecimiento a los fundadores de AA. Fueron valientes visionarios que
lograron convertir años de dolor y miseria espiritual y social, en fuente de
serenidad para sí mismos y para millones de personas que sufren de dependencias
de cualquier tipo.
El proceso de individualización, deshabituación
y responsabilización de su vida y de su sobriedad, que se inicia y se mantiene
en AA, es la acción por excelencia que pretende la psicoterapia.
Celebrar 80 años de éxitos continuados es para
admirar, estudiar e imitar. Por el momento, como dije antes, simplemente lo
recomendamos, enfáticamente.
Fuentes consultadas: Libros: Alcohólicos Anónimos; AA llega a su mayoría de Edad; el Dr. Bob y
los buenos veteranos; Transmítelo. Folletos: Tres charlas con sociedades
médicas; 44 preguntas y respuestas; Un punto de vista sobre AA; Esto es AA.
Asimismo se agradece la entrevista a un miembro
de AA.