jueves, 28 de agosto de 2014

Maximiliano Rosas recibe estímulo económico y reconocimiento por 25 años de servicio en el ITG

Maximiliano Rosas Reyes ha prestado sus servicios, por espacio de un cuarto de siglo, en el Instituto Tecnológico de Guaymas. Con una familia que ha rendido frutos, se considera un hombre feliz, muy feliz: tiene un empleo que le ha servido para apoyar a su familia y una esposa que siempre ha sabido educar a sus 3 brillantes hijos. Tan sencilla, pero certera descripción habla del empleado del ITG quien por el cumplimiento de su deber, recibió esta semana el Premio por 25 años de antigüedad en el servicio, expedido por la Secretaría de Educación Pública.

Tales estímulos que incluyen: diploma, medalla y fistol de plata, así como un apoyo económico, fueron entregados por el Director Bulmaro Pacheco Moreno, durante una reunión en la que estuvieron presentes también la Subdirectora de Servicios Administrativos, María Moncerrat Félix Ayón; y el Secretario de Previsión Social de la Región I de la Sección 61 del SNTE, Mario Cota Araujo.

Mejor conocido en el ITG como “Max”, Rosas Reyes se desempeña actualmente como Jefe de la Oficina de Servicios Generales y Mantenimiento, pero en sus ya 5 lustros se desempeñado en diversos cargos, entre los que destacan el de vigilante nocturno y actualmente como chofer de la unidad que transporta a estudiantes de la institución a sus prácticas, visitas a empresas, paseos o viajes de eventos culturales o deportivos o sociales. A esto comenta que lo que más le ha tocado ver son rostros felices de jóvenes, sobre todo los de quienes les toca viajar por primera vez a algún lugar fuera de este municipio.

Originario del ejido “Mi Patria es Primero”, en el Valle de Empalme, dijo sentirse feliz. “Tengo que agradecer el apoyo de mi esposa Emma Graciela Osuna Miranda”, expresó, “Sin su apoyo, yo no sería quien soy. Ella es mi bujía mayor.  Estoy muy feliz con la vida” A pregunta expresa sobre el destino que tendrá el cheque recibido, él responde que este estímulo económico servirá para la  educación de sus hijos, “al fin que lo más pesado ya lo hemos ido sacando, creo que ahí la llevamos”, agrega.

Narra que tiene 2 hijos: Maximiliano y Sebastián Edgardo, y una hija: Marisol. De los hijos varones, el mayor es ya un Ingeniero en Software que trabaja en Monterrey (al egresar de la carrera  fue el estudiante más destacado de su generación); el otro hijo estudia Mecatrónica y también mantiene los más altos promedios en la mitad de su carrera. La hija menor estudia la primaria, pero es también una alumna brillante que va por el mismo camino de sus hermanos, señala con orgullo. “Todo esto es algo que tengo que agradecer a mi esposa y a la vida”.

Max empezó a laborar en el Tecnológico de Guaymas el 01 de octubre de 1988 cuando contaba con 20 años de edad. Hace remembranza y dice que tiene que agradecer por ese trabajo al apoyo del Profesor Modesto Gutiérrez, un vecino de su mismo ejido, quien apoyó a otras personas que en aquel momento se dedicaban a la agricultura.

Finalmente, Rosas Reyes asegura que en cuanto cumpla la antigüedad necesaria se jubilará de este trabajo, el cual ha asegurado un ingreso económico importante para poder apoyar a su familia. Sólo por eso soy feliz, muy feliz, expresó con una sonrisa.