lunes, 2 de septiembre de 2013

Dulce Verónica Castro, prepotente y desleal

Ventura Cota Borbón
Me llegó vía correo electrónico una denuncia en contra de Dulce Verónica Castro, ella funge como directora de cobranza del departamento de Tesorería, en las oficinas que alberga el edificio situado a espaldas del auditorio Fray Ivo Toneck, en dicha denuncia un grupo de trabajadores se manifiestan inconformes con el trato déspota, arbitrario y muy prepotente de la funcionaria de marras.

De acuerdo a los firmantes –mismos que ya se identificaron conmigo-, esta señora o señorita Dulce Verónica Castro, a pesar de que el mismo tesorero municipal Manuel Gil Ibarra Salgado sabe de los desplantes arbitrarios y mal trato no sólo a empleados de la oficina en mención sino que éste es extensivo al contribuyente y público que visita ese departamento, no hace nada para poner un pronto remedio a la situación.

Por temor a represalias, el grupo de inconformes, pretenden mantener un tiempo prudente esta situación de acoso de la funcionaria prepotente y si a través de los medios de comunicación el propio presidente Otto Claussen Iberri no hace eco a esta denuncia, tomarán el camino que deban hacer para poner la queja ante quien corresponda para que tome cartas en el asunto.

Por supuesto además de la connivencia por parte de quien ejerce como encargado de esas oficinas, un foráneo hermosillense de nombre Genaro Valenzuela, el Tesorero debe poner atención a este asunto y proceder de acuerdo con el bienestar de los demás empleados que ya están hartos [sic] del trato tan prepotente de Dulce Verónica Castro, según indican en su misiva electrónica.

Ella, la encargada del departamento de cobranza, la presunta y desleal funcionaria municipal, asegura tener tantas influencias que prácticamente lo que le digan en nada le afectará. De seguro esta señora ha de sentirse la dueña y ama de ese departamento pero habrá qué averiguar las razones por las que goza de tantas pleitesías. De seguro nada buena se encontrará.

Señores denunciantes, mi promesa de publicar su inconformidad está hecha. Corresponde ahora a ustedes hacer la denuncia y descobijar a esa mala empleada, porque de otra manera si mantienen por las razones que sean esa sumisión, la tal Dulce Verónica Castro seguirá haciendo de las suyas y no habrá poder que la limite, finalmente el alcalde seguramente ocupado en fruslerías, desdeñará este comentario.


Recuerden que el valiente vive hasta que el cobarde quiere…