martes, 23 de julio de 2013

Lorenzo Decima

Ventura Cota Borbón
Tengo relativamente poco tiempo de conocer y tratar al agente fiscal de la región, Lorenzo Decima Dworack y debo admitir que me ha causado una muy buena impresión.

Viene a colación su nombre debido a que por comentarios de muchas personas me he enterado que al señor Decima lo ubican como un prospecto en su partido –Acción Nacional-, a buscar en las elecciones del 2015 la alcaldía portense, claro entre otros aspirantes más.

Él, a pregunta expresa de su servidor en cuanto a aclarar las elucubraciones que menciono líneas antes, sólo sonríe y expresa que su prioridad es hacer su labor como encargado de la agencia fiscal y si los dirigentes de la organización albiazul consideran prudente y adecuado que contienda por un puesto de elección popular, en concreto por la Presidencia Municipal, naturalmente existe la posibilidad de que lo hará, dice Decima Dworack.

Y aunque es verdad que falta mucho camino por recorrer para llegar a la meta de las lizas electorales del 2015, sin embargo contrario a tiempos de antaño en que la designación por “dedazo” no era tan evidente, hoy quien “madruga” en estos menesteres, a veces le resulta contraproducente, por ello es quizás la mesura y discreción con que se conduce el Agente Fiscal de Guaymas.

En política, nos tienen acostumbrados a que el hombre o la mujer mientras más deshonesto sea, acuse un cinismo a toda prueba, sea capaz de lo inimaginable, negativamente hablando y mantenga una línea lo más cercana a la inverecundia, es muy probable asegurar cualquier candidatura.

Pero en el asunto que hoy me ocupa en este remedo de columna, con el caso del señor Decima Dworack, tengo mis dudas. Lorenzo Decima me atrevo a decir, es un buen tipo. Su bonhomía se transpira y eso en política, repito, es una aberración y por tanto representa un hándicap muy notorio.

Tampoco se puede encasillar y generalizar al momento de emitir un juicio respecto de tal o cual actividad, no obstante en la política no se goza de una fama positiva. Por supuesto que como en todo, existen buenos y malos. Honestos y deshonestos. Corruptos y verticales, etc, y quizás los atributos que hoy cobijan a quien podría ser en el futuro el candidato del PAN serían su pasaporte a que se ponga la esperanza en gente con calidad moral suficiente para administrar los bienes de un pueblo.

También se habla de la posibilidad de que Manuel Villegas Rodríguez, Gastón Lozano, e incluso de las aspiraciones –legítimas naturalmente-, del propio dirigente municipal del partido, Omar Núñez Caravantes, sólo que de entre los mencionados, y sin quitarle mérito a nadie, la mejor opción la representa Decima Dworack si es que el PAN quiere regresar como primera autoridad. Esto lo dice la gente, repito.

Y es que de antemano se presume que habrá un agarrón de pronósticos reservados en eso de buscar ser el candidato a la alcaldía –y a los otros puestos-, en el cual se librará una batalla en la que nadie pedirá ni cederá cuartel en lo que resta del lapso para que oficialmente puedan “agarrarse” a moquetazos.

Algo que deberá tomar en cuenta el próximo contendiente panista, son las “marranadas” que dejó quien ya tuvo la oportunidad de pasar a la historia de modo positivo y que representa una muy alta cuesta que superar sumándole a ésta el lastre que deberá llevar consigo. César Lizárraga, sobre quien se presume no hizo las cosas de modo decente, es el óbice en el camino.  

Lizárraga Hernándeza fue artífice para que Manuel Aguilar, en mi opinión un candidato bueno, no lograra la victoria en los comicios pasados y eso deberá tomarse muy en serio a la hora de buscar ser alcalde, quien así lo pretenda.


En suma, si Lorenzo Decima Dworack quiere ser el candidato a la presidencia municipal de Guaymas, ya sabe a lo que le tira e infiero que ha puesto en la balanza todos los pros y contras. Si decide pelear la candidatura, la mejor de las suertes.