lunes, 24 de junio de 2013

Todo contra Manuel Rábago

Ventura Cota Borbón
Existen, para desgracia de la sociedad, ciertos medios de comunicación que hacen de la calumnia, de la defenestración, el chantaje y otros semejantes adjetivos, su modus vivendi y con ello pretenden conseguir canonjías y favores que no merecen, o a veces, simplemente con el afán de estar jodiendo la vida.
  
Viene al caso lo anterior porque de unos cinco días a la fecha, en la estación de radio propiedad de los señores Padilla, la autodenominada “La madre de todas las radios FM-105” han estado mencionando de modo insistente e insidioso al encargado de comunicación social del DIF de la localidad, al joven Manuel Rábago Parra a quien la locutora Karla Montaño Berrelleza no lo baja de mitómano y cleptómano [sic], entre otras linduras.

Debo pensar que la señora Montaño tiene alguna especialidad en psiquiatría o psicología para erigirse como una autoridad que diagnostica de modo férreo al joven periodista Rábago, puesto que sin un ápice de duda, con argumentos inconcusos –claro según ella-, la novel locutora endilga dichos epítetos al encargado de la imagen en el Desarrollo Integral de la Familia.

Debo pensar que la empleada de los señores Padilla motu proprio no emprendió la campaña que se antoja difamatoria, puesto que en esa empresa no se mueve una “rama” sin la autorización de la cabeza principal.

De acuerdo de fuentes dignas de crédito, todo empezó porque de esa radio –FM-105-, solicitaron una entrevista a cierto personaje del Centro Integral Familiar (CIF) con motivo de los recorridos nocturnos que a través de una patrulla hace este centro para tratar de frenar un poco la vagancia de los menores. Como la respuesta no fue expedita y a beneplácito de los peticionarios, se desató la andanada contra quien podría pensarse que es el eslabón más débil. Pero hasta hoy no ha habido quien los pare. O quién pare a Karla Montaño.

Los medios de comunicación independientemente del tamaño que seamos, no debemos alzarnos como jueces, jurados y verdugos –sobre todo, esto último-, contra aquellos que no se “someten” o “doblegan” a nuestros caprichos.

Los medios de comunicación, independientemente del tamaño que seamos, en el papel debemos ser servidores sociales. Prestar un servicio que es muy necesario para la sociedad y sobre todo convertirnos en una balanza que medie entre el poder inconmensurable del político, del poderoso y el pueblo o sociedad en su conjunto.

Concluyo por tanto que si Manuel Rábago Parra es mitómano o cleptómano a mí o a miles de gentes de Guaymas, Empalme o la región qué nos interesa. Su vida privada es muy independiente de su vida pública. Karlita no te voy a decir cómo hagas tu trabajo, pero sé más profesional y sobre todo objetiva. Mejor critica su desempeño como funcionario, o acaso, ¿es mucho pedir?