viernes, 21 de junio de 2013

El “Peje” sonorense

Ventura Cota Borbón
La desobediencia a una máxima autoridad por parte del entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, sumado al inconmensurable abuso de poder del presidente Fox, la connivencia de gente de poder y otras circunstancias, llevaron a un conflicto que además de político, fue toral para la medición de fuerzas. De ello el único que salió perjudicado como siempre, fue el pueblo.

Guardando las debidas proporciones y distancias, en nuestro estado se gesta algo similar.

El señor que dice “gobierna” al “nuevo Sonora”, Guillermo Padrés, haciendo caso omiso a la resolución dictada por una autoridad competente –o incompetente en el ramo, pero al fin autoridad-, montado en su brioso macho ha sido el causante directo del grave conflicto que se vive al sur de Guaymas, concretamente en Vícam, con la intransigente actitud de una tribu que dice defender sus derechos y con lo cual afecta de modo GRAVE  miles de gente y vehículos en tránsito.

La tarde de ayer hubo un conato que pudo pasar a mayores. Por fortuna sólo quedó en eso. Sin embargo los focos rojos están más que encendidos para que a quien corresponda intervenir debe hacer de modo tajante y definitivo ya que el encuentro casi se  torna bélico y las previsibles consecuencias no serán de beneficio para ningún bando.

Ojalá que no vaya a suceder un “briebrichazo” y que los yaquis o los yoris pongan un muerto o dos o tres o los que sean, para que esto se convierta en una arena romana en la que la sangre de cualquier bando se riegue sin razón, sólo para que el señor Padrés o las personas que embaucan y que se dicen defensoras en el Sur del Estado, satisfagan su recalcitrante actitud egocéntrica.

La intervención de la autoridad es de ¡ya!

Me preguntan que si por qué bando me inclino: por el de la legalidad.