jueves, 1 de marzo de 2012

Adelante León Perea

Por Fernando Ramírez Arballo
El pasado sábado 25 de febrero el diputado federal por el cuarto distrito con cabecera en Guaymas, Dr. José Luis Marcos León Pera, rindió su segundo informe de resultados en materia legislativa, el comentario generalizado es de que el doctor convenció y bien; detalles incómodos como el lugar donde se llevó el evento, generó aglutinamientos y retardo a la hora de iniciar, pero la información expuesta por el cirujano oftalmólogo fue más que clara, no se anduvo con palabrerías rebuscadas propias de lo políticos, fue al grano pues, en repetidas ocasiones fue interrumpido por sonoros aplausos en señal de franco reconocimiento, sus dotes como orador también han mejorado muchísimo, se notó un político con mayor experiencia, seguridad y con conocimiento de causa en todo momento, es decir sabe su chamba.

Algunas personas portaban pancartas con la leyenda "El doctor para presidente", en clara muestra de simpatía para su próximo proyecto político que se perfila rumbo a la casa de piedra.

En segunda fila estuvo el diputado local Lic. Otto Claussen, serio, ensimismado y con una falsa sonrisa que delataba claramente su incomodidad, sabemos bien que es otro querendón de la presidencia municipal del puerto, pero cuentas mochas con el contralor estatal ponen en la cuerda floja sus válidas aspiraciones, en fin.

Ya veremos, tiempo al tiempo, pero lo que humildemente su servidor considera es que León Perea será el candidato tricolor y que la contienda estará intensa e interesante contra su principal adversario el líder y empresario pesquero Manuel Aguilar Juárez, este último de seguro candidato panista, esperemos que la gente valore la seriedad y probidad del galeno oftalmólogo, hoy envuelto en menesteres y actividades meramente políticas.
En otra idea, tuve la desagradable oportunidad de presenciar un acto de prepotencia y humillación por parte de un Senador de la República, oriundo de obregón sonora, me refiero a Javier Castelo Parada, quien llegó a una conocida estación de gasolina de la ca-pital sonorense, lógicamente en una camioneta mucho más grande que mi casa y exageradamente ostentosa, finamente vestido y acompañado de una hermosa dama (esposa, hija o no sé), y con un actitud de pocos amigos y con un rostro como si oliera alguna fetidez de manera permanente, se avocó a la ventanilla de la gasolinera para liquidar su consumo de manera electrónica, hasta aquí, todo bien, el problema comenzó cuando la srita. dependiente le solicitó de una manera atenta, una identificación oficial como re-quisito para cobrarle por medio de terminal bancaria, lo que generó la molestia del senador Castelo, ya que había olvidado su cartera en su vehículo y ello lo obligaba a caminar escasos cinco metros, ofendió y maldijo a más no poder, con un lenguaje por demás petulante argumentado que eran tonterías y que lo hacía volver a su carro de manera innecesaria, acusando a la muchachita dependiente de estúpida, inútil y otros calificativos bastante denostativos, en fin el señor pagó (si es que no lo hace el Senado), y se marchó muy molesto a gran velocidad, esa es la clase de políticos insensibles que se sienten intocables estando en el poder, y con la facultad de regañar y hacer lo que les pegue su gana en todo momento, pero ya vienen las campañas así que pronto los veremos en otra actitud, de acercamiento a la gente, claro, frase por demás trillada, ¡bah!

Me llegó un comentario vía e mail, de un familiar del regidor panista Francisco Javier Ponce Vázquez, en defensa claro, de los argumentos que yo he dado en ediciones anteriores, no voy a profundizar más en el tema, pero aquí cabe el dicho "no me defiendas compadre", en lugar de dejarlo bien parado, sólo brindan información para mínimo otras dos ediciones más, y como lo he dicho muchas ocasiones, el derecho de réplica es legítimo y justo además, y sé bien que el director de este hebdomadario entiende a la perfección el uso de ese derecho, las puertas aquí siempre están abiertas, háganlo de la manera correcta, como siempre a la orden.