Visita a Pedro el optometrista
Ulloa-Astiazarán, 2do roundLópez Obrador y Cárdenas, encuentros
Por Ventura Cota y Borbón III
La primera vez que visité a un oftalmólogo fue hace poco más de siete lustros, es que ya mi miopía estaba muy avanzada y fue necesario adaptarme lentes, porque en el pizarrón sólo veía manchas, cuando las alcanzaba a ver o como dice un amigo mío, veía otra cosa por aquello de la mirada sicalíptica. Sobre ese punto, en otra ocasión les cuento.
El asunto está en que el primer oculista que me examinó fue el Dr. ISSAC PÉREZ FUENTES y recién hacía sus pinitos con él, el actual diputado federal JOSÉ LUIS MARCOS LEÓN PEREA, a quien también le tocó ser mi médico oftalmólogo.
Con el tiempo, una vez conocidas mis dioptrías o graduación, empecé a ir con el optometrista y hoy gran amigo personal PEDRO ORTEGA AGUIRRE, a quien desde entonces le confío el par de defec-tuosos ojos con que cuento. Eso fue apro-ximadamente en 1985.
El caso es que esta semana que se fue, acudí a verlo –bueno, es un decir-, porque ya mis anteojos, gafas, lentes o antiparras, no me dan el servicio que requiero y como siempre, PEDRO muy profesional me examinó y recomendó nueva graduación. Bromeando le pregunté qué me salía más barato, un perro guía o los lentes.
La verdad es que aunado a mi edad de casi cinco décadas, la miopía ha sido mi compañera inseparable y por mala ventura se irá conmigo a la tumba, espero en cuando menos unos cuarenta años más. Sin embargo no me quejo -de hecho no debo quejarme-, ya que soy afortunado de ver aunque sea de modo imperfecto lo que me rodea, y por eso doy infinitamente gracias a Dios.
Amable lector, si me ven con vidrios nuevos es por que los ocupaba realmente y no por vanidad o simplemente porque me haya sacado la lotería o incluso haya ganado el Melate.
Y a propósito de perros, déjenme compartirles algo que pocos saben sobre esos nobles animales que son los “ojos” de las personas invidentes o ciegas a los que se les conoce como perros lazarillos o perros guías y son adecuados para esa labor la raza Labrador Retriever, el Golden Retriever y el Pastor Alemán.
Esta información puede ser útil.
Soy un perro guía y quiero enseñarte cómo debes actuar cuando te encuentres conmigo en compañía de mi amo ciego. Antes que nada, déjame decirte que soy un perro de trabajo, no una mascota. Cuanto más me ignores, mejor será para mi amo y para mí.
Lo más adecuado, entonces, es ignorarme. ¡Pero no por ello vayas a sentir temor alguno! Los perros guía estamos adiestrados y nunca seríamos capaces de hacerte daño sin motivo. Eso sí. Si traes contigo a otro perro, por favor contrólalo para evitar que llegue a producirse algún accidente cuando pase a mi lado o al lado de mi amo ciego.
Si un ciego con perro guía llegara a solicitarte ayuda, acércatele por el lado derecho, de modo que yo quede a la izquierda. Me ordenará entonces que te siga, o bien te pedirá que le ofrezcas tu codo izquierdo. En tal caso me hará una seña para indicarme que estoy temporalmente fuera de servicio.
Los perros guía tenemos lugares y horarios predeterminados para evacuar nuestros esfínteres. Yo, como perro guía, estoy habituado para viajar en todo medio de transporte echado a los pies de mi amo ciego sin causar molestias a los pasajeros, tanto dentro como fuera del país.
En los lugares de trabajo, los usuarios de perros guía se encuentran capacitados para ejercer sus funciones con ellos a su lado. Acorde al entrenamiento que reciben, los perros guía nunca vagan a su arbitrio por los recintos, sino que permanecen echados a los pies de su amo ciego.
Los perros guía tienen el mismo derecho que estos para gozar de libre acceso a todos los lugares públicos. Mi comportamiento y mi trato son totalmente diferentes a los de otros perros y debo ser respetado en mi doble función de guía y fiel compañero de mi amo ciego.
Por favor, no me toques ni me acaricies cuando me encuentre trabajando, o sea cuando me veas con el arnés puesto. Si lo haces me puedo distraer y yo no debo fallar jamás.
Por favor, no me ofrezcas golosinas ni alimentos: mi amo ciego ya se encarga de ello con esmero. Estoy bien alimentado y tengo un horario prefijado para ir a comer. Cuando te dirijas a una persona ciega que se acompaña por un perro guía como yo, háblale directamente a él y no a mí.
Si un ciego con perro guía te pregunta direcciones, dale indicaciones claras del sentido en que debe girar o seguir para ubicar el lugar al cual se dirige.
No corras ni tomes del brazo a una persona ciega en compañía de un perro guía sin antes hablarle. Tampoco toques mi arnés, ya que el mismo es sólo para el amo ciego a quien acompaño.
En virtud de su riguroso entrenamiento, los perros guía están habituados y capacitados para acceder y permanecer junto a sus respectivos amos en todo tipo de estable-cimientos, tanto de salud como en centros comerciales, restaurantes, supermercados, cafeterías, cines, teatros, centros de estudio o trabajo, etc., sin causar alteración al normal funcionamiento de los mismos ni molestias al personal o al público.
VAYA QUE HA LLAMADO LA ATENCIÓN EL ENCUENTRO CUASI pugilístico entre el ex encargado del ISEA en Guaymas MARCO ANTONIO ULLOA CADENA y el ex munícipe ANTONIO ASTIAZARÁN GUTIÉ-RREZ, ambos pretendientes de la candidatura del 04 distrito, misma que el TOÑITO le arrebató al MARQUITOS.
Resultaría ocioso hacer una narración cronológica del ya muy manoseado hecho, no obstante es de destacar que ASTIAZARÁN GUTIÉRREZ con su vagancia política agandalló al MARCOS y a otros pretensos más con la candidatura federal con cabecera en Guaymas. En las lides o pugnas de cualquier índole, quien pega primero, pega dos veces.
Como resultado del mencionado affaire y en apariencia sin reflexionar el asunto, como una especie de berrinche, el ex líder petrolero se separó [sic] del PRI, organización a la que perteneció más de tres décadas.
Definitivamente, fue un cliché de ULLOA CADENA, de quien se dice, buscará en la izquierda (Movimiento Ciudadano) a modo de consolación, una posición que en el tricolor se le negó sistemáticamente en varios años de fiel permanencia.
Durante el lapso en que ULLOA estuvo haciendo declaraciones sobre los motivos que originaron su salida del ex hegemónico partido, sobresale una en particular cuando afirmó que en el PRI hay un pequeño grupo de poder, una mafia que se ha adueñado del mismo.
La pregunta es ¿en treinta años de militancia activa no se percató que la asociación pintada de verde, blanco y co-lorado, o sea el PRI, está llena de grupos amafiados que solamente buscan el beneficio de ellos mismos o apenas lo acaba de descubrir?
Ni modo, sigo pensando que MARCOS ULLOA es una buena persona, pero desafortunadamente el que no está en tiempo, no está en derecho. Esa es su situación.
PARA TERMINAR ESTE MAMOTRETO TRASUNTO DE COLUMNA. En el ámbito nacional no pasó desapercibido un evento protagonizado por la Izquierda y que preocupa, aunque no se admita, a sus rivales tanto del PAN como del PRI.
Hago referencia al encuentro reconci-liatorio entre dos paradigmas de la política: ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y CUAUHTÉMOC CÁRDENAS SOLÓRZANO, quienes tras una separación física de seis años, lograron prodigarse un abrazo que sella la unión y búsqueda de consolidar un triunfo en las venideras lizas electorales del 1 de julio.
Esa es una excelente noticia para quienes simpatizan con AMLO, ya que sumado al cambio beligerante muy notorio del tabasqueño, que de hecho le ha multiplicado en grado superlativo su popularidad y seguidores, este reencuentro le favorecerá aún más y la catapulta está lista para enviarlo directamente a Los Pinos.
Ni las verborreas de la señora JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA, muchos menos los dislates provocativos de ENRIQUE PEÑA NIETO, serán obstáculo para que LÓPEZ OBRADOR consiga este dos mil doce, lo que hace seis años se le quitó a la mala. Tiempo al tiempo. He dicho.