martes, 31 de enero de 2012

Engaña a los guaymenses, Otto Claussen

Por Aquiles Esquivel Madrazo
El diputado federal pretende ser presidente municipal de Guaymas a pesar de su paso gris, anodino, mediocre y oscuro por el Congreso del Estado y una carga negativa como funcionario en la pasada administración estatal

Y aunque no vive en Guaymas, aunque se dice guaymense por haber sido alumbrado en esta tierra que alguna vez llegó a gobernar su padre; como diputado local y presunto representante de los guaymenses, Otto Guillermo Claussen Iberri no ha atendido las responsabilidades conferidas que juró cumplir y hacer cumplir.

Con una diferencia de 614 votos sobre su más cercano adversario y por que se comenta ampliamente que fue negociada accedió a una curul en la legislatura local, para desencanto de los miles de guaymenses que creyeron en su palabra y proyecto.

Hoy, invoca de nuevo su respaldo para fortalecer su proyecto de gobernar Guaymas al amparo del Partido Revolucionario Institucional, sin vivir en Guaymas, pues hace muchos años sentó sus reales en la capital del Estado.


Como otros muchos guaymenses que sólo vienen cuando el nopal tiene tunas.

Busca “sacrificarse”, lo que nunca ha hecho, por los guaymenses, luego de fallar en todas las encomiendas conferidas durante el pasado gobierno, donde llegó a figurar como titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), desde donde golpeó inmisericorde al sector pesquero sonorense, incluyendo desde luego al sector social guaymense.

Sus presuntas habilidades lo convirtieron en particular del ejecutivo, también Director de Comunicación del gobierno del Estado, para terminar sus días como Director del ISSSTESON.

En todas las dependencias por las cuales pasó, quedó mal y por si no fuera suficiente, mal inició como diputado local cuando falló a favor de la reforma a la Ley del ISSSTESON, que dejó desamparados a miles de sonorenses que ahora no tienen derecho a la salud.

Son las cartas de presentación de quien quiere ser presidente municipal de Guaymas enarbolando una campaña negra y cobarde contra quien se le ponga enfrente. Es tan mal compañero que vitupera a los aspirantes de su propio partido, el PRI.

Otto Claussen no es confiable para los guaymenses, sus actuaciones como servidor público lo demuestran.

Busca el respaldo ciudadano una vez más, pero sabedores los guaymenses de sus argucias por debajo de la mesa para golpear a quienes no están de acuerdo con su proyecto, lo rechazan.

Ni modo, el propio legislador “representante” del XIII Distrito ha forjado su traje a la medida y en su futuro inmediato encontrará la respuesta negativa a tan absurda pretensión de querer ser la primera autoridad en un lugar donde pocos son en realidad quienes lo aceptan.

Vox Populi, vox Dei