martes, 6 de diciembre de 2011

No somos enemigos

Por Ventura Cota y Borbón III
Ayer platicaba muy cordialmente con un funcionario del Estado que presta sus servicios aquí en el puerto y entre otras muchas cosas que salieron en la charla, hablamos sobre las críticas que a veces merecida o inmerecidamente reciben por parte de la Prensa.

Me decía el servidor público que existen algunos funcionarios –de cualquier nivel-, que al sentirse mencionados en tal o cual comentario por parte de un periodista, de inmediato atribuyen tal mención como agresión y sienten que son enemigos de quien “osó” criticar su labor.

Le decía, que cuando se hacen críticas a su trabajo no lo hacemos con mala intención o “mala leche” –cuando menos no todos actuamos por consigna-, sino con el propósito de hacerles ver y entender lo que sus allegados por razones obvias no les dicen y nosotros como portadores de la voz del pueblo y prestadores de un servicio social tenemos la obligación de criticar o ponderar su faena, según sea el caso.

Rara vez, cuando se reconoce o exalta una acción de un funcionario, éste se toma la molestia de llamar al autor de la nota y agradecerle –no se hace con ese plan-, sin embargo, cuando sucede lo contrario, de inmediato saltan y reclaman, tildándolo de enemigo personal.

Son pocos los políticos –por eso por que lo son-, quienes actúan con madurez y civilidad ante las dos opciones (crítica y loa) y saben que el periodista está haciendo su trabajo. Por ello recalco que quienes comentamos algo que no agrada a alguien, no lo hacemos con el objeto de estar jodiendo, sino hacerles ver o reflexionar que su trabajo quizás no está haciéndolo bien y por ende no deben considerarnos ENEMIGOS al decírselos.

La persona de quien les hablo al principio, de acuerdo a lo que me comentó, es de las tolerantes y comprensivas de la labor del periodista y cuando menos en lo que a mí respecta, me consta.

Izquierda y derecha
Los políticos “sabihondos” que por hoy buscan un hueso en algún puesto, ¿sabrán la diferencia entre ser de la izquierda y de la derecha y sobre todo, conocerán el origen de ambos términos?

Muchos de ellos sólo como el perico, repiten de qué lado deambulan y estoy seguro cien por ciento que no saben ni de dónde se originan sus tendencias y por qué.

Amigo Rodolfo Lizárraga Arellano, se la dejo de tarea.