jueves, 15 de diciembre de 2011

Aquí y Ahora

Una deuda con la Dra. Blanca Camacho
Los ataques Vs. León Perea, sucios y bajos
También se van contra el Dip. Claussen
Por Prof. Alejandro Ramírez Cisneros
ANTE LA PROXIMIDAD del proceso electoral del 2012, se hace mayúscula la presencia de una renombrada militante del Partido Revolu-cionario Institucional, seria, firme y convencida de que el organismo político en el que milita desde hace algunos años atrás, es la mejor opción para el pueblo.

Ella es en el inventario de la militancia priísta, valiosa y se le tiene como un cuadro de evidente solidez y con FUERTE presencia Y PREFERENCIA ante los electores de su comunidad y de la región en general.

Sí, obviamente estamos hablando de nuestra querida y muy entrañable amiga, la doctora BLANCA AURORA CAMACHO SOSA, quien por méritos muy propios, por el trabajo partidista llevado a cabo y por la obra social ejecutada, por su inclinación a hacer el bien, lo que habla in mejorablemente de su calidad humana, se le tiene como una excelente opción para la faena electoral del 2012.

Con BLANCA en la justa por los cargos de elección pública en disputa, el PRI tiene un triunfo asegurado. Si la doctora CAMACHO abandera a su partido en la contienda por la diputación local por el XIV distrito, el de Empalme, el tricolor tomará esa plaza el congreso de Sonora. De eso no hay duda.

Estamos ciertos que la lucha será dura, especialmente contra los panistas que va-liéndose de su posición de partido en el poder, tienen a favor esa condición ventajosa, contra la que sus opositores tendrán que luchar.

La muy distinguida fémina empalmense ha evidenciado en reiteradas ocasiones la energía que le caracteriza y su ca-lidad combativa. Si bien es cierto, ella perdió la elección por la presidencia municipal de la ex ferrocarrilera población, en pasada elección, las circunstancias que rodearon su revés no fueron precisamente por la ausencia de convocatoria de ella.

Detrás de su muy dolorosa derrota hubo asuntos muy internos en el PRI, de traiciones y deslealtades, por celos y rivalidades, que fueron causantes entre otras cosas, de ese tropiezo.

Pero ahora las cosas de hecho han cambiado. Porque si bien es cierto, el revés fue para BLANCA, Empalme también salió perdiendo. Perdió, especialmente, la oportunidad de tener en el timón del gobierno municipal a una mujer trabajadora, comprometida y honesta, que mucho hubiera hecho por la tierra de su gente.

Después de varios años de esta experiencia, los ciudadanos de Empalme entienden que la doctora CAMACHO en un cargo de elección pública les conviene. Desde allí le puede servir a toda su gente y de eso no tenemos siquiera la menor duda, porque a ella la conocemos y sabemos por lo tanto, de lo que es capaz de hacer, cuando se trata de cumplir con sus compromisos.

Ya la conocimos como servidora pública, en un cargo tan complicado y difícil en la antigua COAPAES, hoy CEA. Allí dejó una excelente imagen, por el trabajo desa-rrollado. Lamentablemente al ascenso de los panistas al gobierno del estado, salió de su trabajo y su salida fue especialmente lamentada y más ahora, cuando en su lugar quedó un funcionario cuya administración ha dejado mucho que desear, por la formar TAN EVIDENTEMENTE DESATINADA como conduce las riendas del organismo operador del agua, en una gestión llena de pifias y errores garrafales, en desdoro de los guaymenses.

EL PUEBLO DE Empalme está en DEUDA con la doctora y su partido, el PRI, también. Ahora es la oportunidad para que los jefes priístas volteen sus ojos hacia BLANCA y la consideren con toda la seriedad del caso como una opción efectiva para el próximo proceso electoral y para que los votantes del vecino municipio la lleven al triunfo, en el entendido de que todo lo que anteriormente hemos dicho de ella, será la mejor razón para llevarla por la senda de la victoria.

NOS PARECEN BASTANTE pesados y groseros los comentarios que en forma reiterada a través de la radio hace, aprovechándose de los espacios que le dan, BOGAR CAÑEZ, en torno a la persona del doctor JOSÉ LUIS MARCOS LEÓN PEREA.

Las críticas contra los servidores del pueblo electos por la vía del voto popular, son necesarias y obligadas, siempre y cuando se hagan de manera objetiva y respe-tuosa, entendiendo muy bien aquello que dice que ''lo cortés no quita lo valiente''.

Pero el auto llamado PRESIDENTE DE LA CORRIENTE CRITICA DEL PRI EN SONORA, ''se sale del huacal'' y en cuanta oportunidad tiene se lanza contra nuestro diputado federal, con comentarios ligeros y muy ofensivos, poniendo en tela de juicio la seriedad y la honestidad propia del legislador LEÓN PEREA.

Desde luego que todo lo anterior da a pensar que Cáñez actúa así en función de órdenes expresas de enemigos políticos del oftalmólogo, quizás de otros partidos, que ven en el galeno a un contendiente de mucho peso a la presidencia municipal de Guaymas.

Tal vez Bogar repita instrucciones de quien lo manda y trata de golpear al doctor, pero ese objetivo no se dan, cuando hay dos razones muy claras e indiscutibles. El agresor no tiene la calidad moral suficiente para atacar al diputado federal y éste, por su parte, está muy por encima del fango que pudiera salpicarlo.

Casi todos en Guaymas sabemos que LEÓN PEREA es un ciudadano con vida pública y privada intachable y como profesional de la medicina en reiteradas oportunidades ha dado muestras muy claras de su alto nivel ético y del compromiso indiscutido con los pobres a los que sirve gratuitamente y de manera muy discreta, sin buscar los reflectores de la publicidad y eso hace doblemente valioso el ejercicio de su obra filantrópica.

Una persona con esos antecedentes morales y humanos, está llamada a ser un buen servidor de la gente y así lo esperamos de LEÓN PEREA.

OTRO GUAYMENSE a veces agredido por Cáñez, es el diputado local, OTTO GUILLERMO CLAUSSEN IBERRI, cuyo nombre igualmente se maneja entre los aspirantes con más posibilidades a la presidencia municipal del puerto.

Pero Claussen que no es de los que se deja curar parado, hace caso omiso de las estridencias guturales de Bogar y ni tan siquiera lo toma en cuenta.

Ambos, León Perea y Claussen, siguen dedicados a sus respectivas funciones esperando los tiempos para seguir con sus proyectos políticos, desdeñando los vituperios de los golpeadores a sueldo. Y hacen muy bien, por cierto.

¡Ni modo!