Por Ventura Cota y Borbón III
Cuando era un crío, me acuerdo que en la parte donde hoy existe la Coca Cola (calle 9 y 10 García López) estaba un terreno baldío muy grande y allí se colocaban atracciones de todo tipo, desde jueguitos hasta carpas que exhibían películas más viejas que el Conejo de la Luna. Y cuando había oportunidad, me gustaba entrar al “cinito” por que la novedad era enorme.
Ayer domingo desde muy temprano, salimos rumbo a Hermosillo a dejar a mis chamacos y de paso alejarnos un poco de la rutina. Ya por la tarde, nos fuimos al poblado Miguel Alemán a dejar a la mayor de mis hijas que es maestra en un campo aledaño. Pues bien, allí mismo, me encontré con una carpa de cine. Pero a diferencia de las de antes, esta traía una película “nueva”: Vaselina, esteralizada por Jhon Travolta y Olivia Newton-Jhon.
Hacía años que ni entraba a una carpita de esas, mucho menos que veía la mencionada cinta. Había poca gente y la calidad de la película, hasta eso, muy buena. Buen sonido y buena proyección. Me recordó a la época de cuando era morro. Salimos bien picados…pero de zancudos o chinches. Valió la pena pagar 15 pesos por cabeza.
Y A PROPÓSITO, DURANTE el regreso por la carretera entronque Cuatro-Arrieros esta mañana, la misma está hecha pedazos e intransitable en algunos tramos, quizás sin exagerar, poco más del 45% y por esa razón me estuve acordando mucho del gobernador Padrés. Por qué no le da una manita de gato a dicha rúa que es muy transitable además.
Si algún día el Gobernador llega a circular por allí –en su carro particular o en uno del gobierno-, entonces sí pondrá atención, ya que el deterioro de los carros que transitan es muy grande y es seguro que alguno de los conductores se acuerde de la mamacita de algún funcionario que debe estar atento a que esa carretera esté en buen estado.
Yo como soy muy respetuoso, no me acordé de la progenitora de nadie. ¿Será?
DICEN ALGUNOS QUE el secretario del Ayuntamiento, Alonso Arriola Escutia por fi se disciplinó y dejará de andar haciendo “panchos” estériles por obtener la candidatura a la alcaldía del puerto, sabiendo que ésta ya es propiedad de Manuel Aguilar Juárez.
Y es que no le quedaba de otra. Si Guillermo Padrés decretó hace mucho tiempo que el candidato natural para la presidencia de Guaymas iba a ser –será-, el empresario pesquero.
Lo disciplinaron y Arriola entendió que no puede ponerse con Sansón a karatazos.
La reprimenda y el jalón de orejas estuvieron fuertes. Te lo digo Alonso Arriola para que lo entiendas Óscar González.