Por Ventura Cota y Borbón III
En cuanto se abre la página por Internet de El Imparcial se puede apreciar un elegante banner (banderilla) publicitario en el cual se muestra con tanta prestancia que parece una verdad absoluta, un letrero que reza: “Recuperarán guaymenses un espacio histórico con la construcción del PASEO DEL MAR” y a este eslogan lo respaldan una serie de dibujos muy bonitos de cómo se presume quedará terminado a finales de este año con una inversión de veinte millones de pesos.
Esa “obra” tal como en su momento lo estuvo el entronque San Judas-San José, parece que está encantada, ya que hace años debió finiquitarse, mas como la lana que deja por cada pospuesta es lo mejor de ello.
El Ayuntamiento de Guaymas gasta más en publicidad en ciertos medios –sobre todo foráneos-, afines a la “política” del alcalde César Lizárraga, aunque en la realidad todo lo que se manifiesta como avance resulta en una mentira.
Recuerdo cuando presentaron la maqueta de lo que según sería la Marina Saint Claire originalmente. Todo era de primer mundo, lo que desde un principio hizo dudar a muchos que incluso nos endilgaron el mote de “enemigos del progreso” por el reportaje que publicamos, excelente por cierto de Fernando Villa, porque francamente ni puertos como San Diego u otros tenían el perfil que se suponía tendría.
Al final de cuentas ya sabemos en qué quedo ese absurdo elefante blanco que sólo para exhibiciones de nimiedades ha servido.
Así está el Paseo del Mar, que de quedar como se anuncia, Guaymas tendría una cara distinta, pero, finalmente para cuando se termine –no el fin de este año como dice al alcalde-, estoy seguro, no será ni la sombra de la maqueta que elegantemente publicita el periódico consentido de César Lizárraga.
Ni modo, eso nos pasa por que todo lo aceptamos sin chistar. Los dizque gobernantes nos siguen fregando y mientras al pueblo le dan “camote” (que hasta eso lo saborea), los promotores de esas fastuosas obras, engrosan cada vez más sus cuentas bancarias.
Paseo del Mar, madres. Transa de más.
