Por Ventura Cota y Borbón III
Siendo sinceros, pocas veces acudo a reuniones de cualquier índole debido a que como dicen mi mujer e hijos, soy muy “aguado” y las fiestas o celebraciones no forman parte de mis cotidianidades, sin embargo ayer no me pude rehusar y en familia fuimos a la tertulia que con motivo del cumpleaños de mi excelente amigo, el doctor Eligio Higuera Encinas le organizó su esposa la señora Norma Castro de Higuera.
Sólo sus amigos más cercanos estuvieron en la casa del galeno deseándole parabienes y larga vida. Tuve oportunidad de estrechar la mano de doña Elvira Salguero Vda. de Castro –mamá de la anfitriona-, de algunos colegas de Eligio entre ellos mi también amigo Alberto Higuera Encinas y señora. Hicieron acto de presencia Pepe Ramírez y su hermosa esposa Lily, compadres del festejado, el ingeniero Carlos Paez y su esposa y muchas personas más que en franca convivencia, la pasamos como coloquialmente se dice: A toda madre.
Eligio dejo sentir su experiencia en el arte culinario y nos agasajó con tremendas viandas, pero el plato fuerte de la noche fue el de más éxito: un envuelto de camarón y dorado, acompañado con exquisitos frijoles.
Aunque llevaba mi guitarra, no hubo oportunidad de entonar algunas melodías con el festejado, ya que la plática estuvo tan “sabrosa” que el tiempo nos consumió con tantas anécdotas.
En fin, no nos arrepentimos de haber ido a la fiesta de los Higuera-Castro por que estuvo muy divertida, sobre todo acompañados de tan agradables amigos, sin dejar por supuesto de hacer hincapié en los sabrosos bocados y bebidas que nunca dejaron de fluir.
Amanecí desvelado, pero como diría el extinto amigo Porfirito Hernández: ¡Contento!
Gracias a mis amigos Norma y Eligio…
PD Para quienes piensen que fui de gorrón, yerran en su apreciación, fuimos invitados.