Por Ventura Cota y Borbón III
Los golpes bajos en la política son comunes, pero no dejan de ser una cínica artimaña con la sabida vergüenza para quien los recibe, y alcanza también por supuesto a quien los emite. Es decir, envuelven a los involucrados aunque uno de ellos sea defenestrado por ser víctima de una calumnia o medias verdades.
Viene al caso el asunto que está mañana muy temprano escenificaron una señora de nombre Rosa y apodada “La Chilindrina” y el diputado local por el XIV distrito, Héctor Moisés Laguna Torres, en un programa de radio.
Al diputado de marras, la señora Rosa X, lo acusa de haber usufructuado sin tener ningún derecho, a unos perritos al parecer de raza muy fina y no haberle pagados los mismos, ya que ella se dice ser la propietaria de los canes.
El representante de los empalmenses en el Congreso local, tuvo que hacer uso de la réplica para defenderse ya que este penoso asunto de los perros en disputa, anteriormente se había abordado en el mismo programa donde hoy se litigó y al parecer se aclaró al affaire.
Laguna Torres comentó que lo dicho por la Chilindrina no es verdad. Los perros en mención, de los cuales uno murió, otro regaló a un periodista (¿quién sería para aceptar chuchos como chayote?) y efectivamente otros vendió pero cuya cantidad entregó a la señora, no eran ni finos además, dijo el veterinario hoy metido de político.
En fin, en la guerra de la política todo se vale y en esta ocasión creo en lo dicho por el Dip. Local en el sentido que esta siendo objeto de guerra sucia por parte de sus detractores, ya que la mentada Chilindrina, aseguran personas que le conocen, su modus vivendi es estar fregando al que se deje y si con calumnias al diputado Laguna logra alguna ventaja económica, pues…
En la desvergonzada lucha por el poder que apenas empieza, ¿qué cosas más presenciaremos?
Por lo pronto, este primer asalto –round para que no se mal interprete-, al parecer lo ganó el veterinario Laguna y doña Chilindrina está en la lona. ¿Se podrá levantar?