sábado, 1 de octubre de 2011

Aquí y Ahora (Edición No. 225, Columna)

Grillas palaciegas: Lizárraga Vs. Arriola
Aceleramiento entre los panistas
Amenaza el “síndrome del Fis Fias
Por Prof. Alejandro Ramírez Cisneros
”VIENTOS DE FRONDA soplan por rumbos del desvencijado palacio municipal cuando se habla en todos los corrillos porteños, de un supuesto rompimiento entre el alcalde CÉSAR ADRIÁN LIZÁRRAGA HERNÁNDEZ y el secretario de la comuna, ALONSO ARRIOLA ESCUTIA, que estuvieron, dicen los que hablan de esto, en una lucha sorda por cuestiones meramente políticas, muy ajenas a los asuntos del quehacer administrativo en el Ayuntamiento.

A la hora de pergeñar este mamotreto pseudoperiodístico, teníamos información en el sentido de que se dio el rompimiento esperado y “cantado” días hace ha, entre el munícipe y su cercano colaborador, de tal manera que ocurrirá lo inevitable: la salida de ARRIOLA ESCUTIA, obligado por las circunstancias a dimitir, pues por razones bastante obvias, es más fácil la renuncia del secretario que la del alcalde.

Es penoso lo que está ocurriendo, pues se distrae el trabajo y se pondera la grilla barataria entre funcionarios públicos obligados por compromisos con la ciudadanía a trabajar de manera intensa por el bien de Guaymas y sus habitantes, en lugar de asumir actitudes beligerantes, por la persecución de puestos políticos a futuro a breve plazo.

Y es que ARRIOLA desde hace tiempo no ha ocultado sus apetitos, fincados en la intención bastante discutible de ser candidato a la alcaldía de Guaymas, por el PAN.

ESE ACELERE del precitado funcionario municipal exacerbó sus ánimos y al no encontrar solidaridad en su jefe, el alcalde, se abrió contra éste, molesto por el desaire de LIZÁRRAGA, quien no hizo causa común con su subalterno y allí se dio el presunto rompimiento entre los dos, con los resultados que ahora se manejan públicamente como un hecho real y que pronto será confirmado por fuentes oficiales.

LA VERDAD de las cosas, es que el edil número uno de la comuna, procedió disciplinadamente al no seguirle el juego a su secretario. Las cartas ya están echadas, con respecto a la sucesión presidencial en el municipio para el 2012.

Lo peor del caso es, para otros pretensos a la alcaldía, es que la pauta la ha marcado ni más ni menos que el Gobernador del Estado y lo que él diga, es ley que no se puede romper.

Todos aquí sabemos que el delfín de PADRÉS es el empresario pesquero, MANUEL AGUILAR JUAREZ.
LES GUSTE o no a los militantes de Acción Nacional en Guaymas, tienen que alinearse por la derecha, acatando el “dedazo” de su jefe máximo en Sonora. El que se le ponga al brinco al MEMO, estaría jugando con fuego.

Por eso LIZÁRRAGA HERNÁNDEZ hizo bien. Nos queda muy claro que él ya sabe, tal vez porque el mismo gobernador se lo dijo o porque lo intuyó, que el candidato panista a la presidencia municipal de Guaymas será MANUEL AGUILAR JUAREZ y punto.

Así las cosas ARRIOLA y otros acelerados más del PAN, que se están convirtiendo en émulos del tristemente célebre “fis fais”, tienen que conducirse con inteligencia si es que la tienen y guardar sus ‘’ansias de novillero’’ para otra ocasión.

POR ESA misma frecuencia anda el ingeniero OSCAR GONZALEZ, panista en campaña prematura por la candidatura a la alcaldía en la que ha involucrado a su esposa, en espectaculares donde irrecatadamente el susodicho sujeto manifiesta abiertamente sus apetitos descocados de gobernar al municipio de Guaymas.

¿Qué pensará el individuo éste, que puede vencer al gobernador y a la dirigencia estatal panista y salirse con la suya? GONZALEZ perdió piso y con él un grupillo de sus seguidores que ya lo proclaman como sucesor del CESAR en la alcaldía. ¡Ridículos!

Y como decía el siempre bien recordado DIOGENES en su muy leída columna “A la luz de mi linterna”, “este garbanzo nomás le faltaba a la olla”, ahora resulta que hasta el “Chago” Castro, antes priísta rabioso y ahora por obra del amor convertido en panista, grita a los cuatro vientos que será presidente municipal de Guaymas, con el apoyo de una dama de apellido Payán, señora muy guapetona, a la que el descocado de marras señala como su ángel protector.

El caso es que estos tristes espectáculos se dan de manera cíclica al aproximarse los procesos electorales, cuando surgen espontáneos de lucidez mental cuestionable que se exhiben públicamente en sus afanes políticos que mueven a risa y a la chacota, porque son pura botana y nada más

POR EL OTRO BANDO, el de los priístas, siguen punteando en la carrera por la silla más codiciada de la mansión pétrea, JOSÉ LUIS MARCOS LEÓN PEREA y OTTO GUILLERMO CLAUSEN IBERRI.

Los dos con muchas posibilidades de figurar en la liza electoral como abanderados del tricolor, aunque no se ha dado una definición muy clara sobre la identidad del beneficiado con la candidatura a la presidencia municipal portense.

A ambos se les tiene que aprovechar, porque son cuadros fuertes del priísmo y su participación en el proceso electoral sería garantía de triunfo.

Sin embargo, cabe la posibilidad de que si LEON PEREA fuese el aspirante oficial a la alcaldía, CLAUSEN IBERRI figuraría como candidato a la diputación federal por el IV distrito con cabecera en Guaymas, para hacer una maniobra a fin de mantenerlo en “lista de espera” para el 2015. Habida cuenta de que “el” OTTO es joven aún y con mucha piola por delante.

Lo anterior no sería de extrañarse y no es remota la posibilidad de que finalmente sea así.

GRACIAS AL amigo RODOLFO LIZÁRRAGA Arellano, por su invitación a ser candidato a la presidencia municipal de Guaymas, por el PT.

Nunca he tenido intenciones de participar en la política por más que se diga, en mi caso, que tengo buena aceptación entre los guaymenses y que podría ser alcalde de mi tierra natal.

Le agradezco al dirigente “petista” su invitación pero no está entre mis planes ni lo ha estado nunca, aspirar a puesto alguno de elección popular.

No creo y se lo digo a RODOLFO que realmente tenga la presencia suficiente para buscar la alcaldía.

Mi misma experiencia por los casi 70 años vividos, me ha hecho inmune al “síndrome del fis fais”.

¡Ni modo!