sábado, 16 de julio de 2011

Rincón de la Orientación 220

Por Lic. Psic. Alfredo Villalobos Gro.
El ser humano desde su nacimiento necesita del afecto y del amor de quienes lo procrearon (o de quienes estarán a cargo de su vida) que lo deseen, que lo amen y que lo quieran, y por si fuera poco que también sea planeado para poder ofrecer la calidad afectiva suficiente. La razón es en proporción al amor con el cual lo desea y la calidad de vida que le ofrecerán.

El ser humano a través de su crecimiento y desarrollo siempre carecerá de algo, nunca es completo y necesitara de los demás, en especial del afecto y del amor. Siendo ésta una de las necesidades básicas para crecer como un individuo sano, social, psicológica y mentalmente, de acuerdo con la pirámide de necesidades de Abraham Maslow.

El afecto y el amor son las bases del desarrollo humano de la persona y con ello favorecerá las buenas relaciones interpersonales que tendrá que desarrollar a lo largo de la vida, sin ellas será imposible alcanzar los estándares de socialización adecuados.

Pero, ¿qué es el afecto? Se le conoce como un proceso de interacción social y de apego, teniendo como ingrediente el amor de uno de ellos al otro o bien recíprocamente, en donde se ofrecen caricias, miradas, sonrisas y palabras de ternura. Teniendo como objetivo hacer sentir bien al otro, motivándolo, para fomentar su autoestima y coadyuvando su sano desarrollo.

En las diferentes etapas y edades del ser  humano, se experimenta este proceso social-afectivo, en intensidad y calidad diversa. Su importancia radica precisamente el habérsele ofrecido a tiempo y a muy temprana edad, que esto fundamenta la salud integral.

La educación en el afecto y en el amor consiste básicamente en proporcionarle al hijo/a desde su nacimiento y a través de toda su infancia, adolescencia y adultez (¡Toda la vida!) muestras de amor, para que de esta forma tenga el recurso afectivo suficiente y pueda expresarlo hacia los demás. Recordemos no podemos ofrecer algo que no tenemos, en este caso si no recibimos afecto y amor adecuado, no tendremos la capacidad para expresarlo, ni sentirlo, ni mucho menos enseñarlo.

Tenemos que ser muy conscientes de lo queremos expresar en especial el afecto y el amor, ya sea a los hijos, a la pareja u otra persona, de lo contrario lejos de tener un acercamiento, tendríamos una separación paulatina.

En lo que se refiere al efecto y al amor, a la forma de expresarlo, involucran factores  personales, de cultura y lo que tiene que ver con la vida moderna; sin embargo es necesario conocer las bases y como saber demostrarlo.

A manera de tarea, ¿a usted se le facilita o complica expresar su afecto y amor a los seres queridos?

Lectura recomendada: “Pedagogía con afecto” de María Augusta Sánchez Rossini, nos enseña que el afecto es la fuente generadora de potencial y energía que todo ser humano requiere para vivir, aprender y crecer; “Vivir, amar y aprender” de Leo Buscaglia y “Como amarse los unos a los otros” del mismo autor. En el primero presenta una temática ágil y amena de cómo debemos de amarnos a nosotros mismos y como dar amor a los demás en especial a los seres más cercanos y en el segundo libro describe como tomar el mejor partido en las relaciones humanas con fines de mejoramiento personal.