Por Ventura Cota y Borbón III
Además de los rivales naturales del PAN y del PRI, fueron otros muchos más los contrincantes que Andrés Manuel López Obrador tuvo que enfrentar en aquellas lizas electorales del 2006. Hasta la saciedad se ha hablado de ello. La intervención de empresarios, políticos y el clero, fueron factores determinantes que al fin pudieron levantarse a favor del fraude contra el tabasqueño.
Muchos de los involucrados lo negaron a pesar de las evidencias y factores ya pretéritamente presentados como pruebas.
Ayer se publicó en conocido periódico de circulación nacional una noticia que aunque se tomó como tal, era un secreto a voces. El periódico cita en la nota de marras que Wikileaks filtró a los medios que el cardenal Juan Sandoval Íñiguez en el año 2006 solicitó al entonces presidente de Estados Unidos, George Bush Jr., intervenir para frenar la vertiginosa subida de AMLO.
De inmediato, la Arquidiócesis de Guadalajara emitió un comunicado en el cual señala como una calumnia la filtración de Wikileaks con el objeto de enrarecer el clima tanto político como social en México y que busca dañar la imagen de la Iglesia católica. ¿Más?
Que no se hagan tontos los curitas, con los señores que han estado a la cabeza de esa noble institución de fe, como son entre otros el mencionado Juan Sandoval Íñiguez, Onésimo "millonesimo" Cepeda y el propio Norberto Rivera Carrera son suficientes para desprestigiarla, no requieren de ayudantes externos.
Estos tres curas demoníacos cohabitan con la gente de buena fe. La descobijada que les dieron a los mefistofélicos individuos no se las quita nadie. Es algo que ya se sabe y aunque en su momento lograron el propósito de fregar al candidato de la izquierda, hoy AMLO estará mejor preparado para enfrentar no sólo a quienes le pongan enfrente, sino a los demonios con sotana y hasta a los ricos empresarios.
La lucha en el 2012 será titánica. Pongámonos truchas...