jueves, 14 de julio de 2011

¡Cruz, cruz, cruz!

Esta columna no es arenga de fe, es tema XXX.
Por Juan Pescador
El signo de la cruz no siempre tiene significado religioso. Su uso es variado, democrático, misceláneo, como lo es su sonido en nuestro idioma, donde a veces suena como“jota”: al pronunciar México, Ximena, Xalostoc ---municipio ubicado en el Estado de México y sin albur a ellos por lo de “jalo---stoc”, tan modernos que sin mar, cultivan una “gaviota blanca”--; otras, la equis suena “ese-hache” como en Xóchitl; a veces suena “cs” como en Marx o el “Mecsico” pronunciado por los gringos.

En Aritmética la cruz significa suma (+); descansando en dos de sus patitas (x) significa multiplicación; en Álgebra equis es la incógnita de la ecuación; en magnetismo es el campo positivo (+); en grados Celsius son las temperaturas ambiente arriba de los cero grados (0°).

La grafía x en el alfabeto fonético aeronáutico se pronuncia como “extra”. Este sistema de nomenclatura, también sirve para asignar las Nacionalidades del Mundo a las aeronaves: N= “November”o “néctar” son las gringas, C= “charly” o “coca” las Canadienses; X= “X-Ray” ó ”extra” es la Nacionalidad Mexicana (así tenemos que: XA=“extra-alfa” son las aeronaves oficiales o gubernamentales mexicanas, las XB= “extra-bravo”son las aeronaves mexicanas de servicio privado, las XC=”extra-coca” son las aeronaves mexicanas de servicio comercial.

La cruz internacionalmente significa auxilio médico, con su logotipo de la benemérita Cruz Roja. En el mundo de la radiodifusión identifica a las radiodifusoras de nacionalidad mexicana: XEW, XEDR, etc.

La cruz es futbolista en el club “cementeros” del Toluca, los catalogoradores de películas porno, la utilizan para evidenciar la graduación del degenere de sus bodrios: XX, XXX, …; el número de equis denota la calidad y precio de los sombreros “Stetson”… Los que se enriquecen de la noche a la maña…, como los “ninos” con padrino gargantón, especialmente los que debutaron en el “arte” de sacrificarse por el pueblo, el municipio y la patria; por lo que son ---dicen---, capaces de comer excremento sin hacer gestos, exhíben la vanidad de su nuevo estatus, luciendo a las primeras de cambio, sus stetson enfajillados de equis y valor implícito en dólares ¿Cuántos tiene usted?

Una persona equis, es un fulano de tal o un juan pérez cualquiera. Los denunciantes medrosos dicen: equis persona y los burócratas despectivos: “éche su firma donde está la cruz”; los maestros “tachan” las malas tareas. Los impresores marcan los “registros” de la mancha impresa con cruces y cruz, se usa incluso como nombre bautismal: se acuerdan del Cruz Treviño de la Garza, el que no le pide favores a nadie y "háganse a un lao", personificado por Fernando Soler en la película La Oveja Negra...?

En fin, el uso de dos simples rayitas cruzándose, es muy internacional: para conquistarnos, los españoles nos dieron a elegir, qué prefieres, ¿te domesticas con la cruz de la espada o con la cruz religiosa? Casi casi, como en aquella charra en que el indígena “aguerrido” le dijo al prisionero federal guacho: “culia o mata”. Y fue tan bien cimentada la conquista, que hoy día las mayorías obreras nacionales, siguen enchufadas a un minimísimo salario y los que detentan capital, depredando, en vez de crear tecnología.

En el ámbito religioso, el signo de la cruz es el símbolo fundamental del cristianismo, principalmente de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, cuyos templos los preside la Cruz.

En en estos últimos contextos, la población usa el símbolo de la cruz, para velar los restos de los familiares fallecidos, al pie de sus tumbas; con cruces simboliza en los muros fronterizos estadunidenses, los migrantes muertos en su intento de cruzar la línea internacional y con cruces se representa la muerte de tanta víctima “colateral”, del combate al narco del actual sexenio. Suman aproximadamente 40 mil fallecidos ya, y la violencia sigue segando vidas por mayoreo. Y no estamos en guerra, dice el ejecutivo nacional. Y la población, popularmente, no ha emprendido ninguna nueva lucha armada, como fue para la liberarnos del imperio español, ni las revoluciones civiles para estabilizar el gobierno Independiente. Ni la Revolución Mexicana, para terminar con los latifundios, el sistema de tiendas de raya y el sistema político porfirista; ni en una guerra cristera instigado por la iglesia católica. El pueblo no ha emprendido ninguna lucha este sexenio, a pesar de ser victimado desde todos los frentes.

Y de principio no se critica del gobierno la legitimidad y necesidad de combatir el crimen organizado y desorganizado; lo que se le condena, es que agarrara esa bandera para legitimarse y que con todos los recursos policiacos, militares y los apoyos de los fondos del Plan Mérida de Estados Unidos; este sexenio no ha sido capaz de garantizar la tranquilidad pública a los vecinos comunes del territorio nacional, porque ese no fue su objetivo, sino su consecuencia.

Ese temor emergerá en los resultados electorales próximos.