Por Prof. Ruben Acosta Poblano
En la edición anterior, describimos brevemente la dieta de los sonorenses no completa porque es extensa, exquisita, y no muy nutritiva. La Encuesta Nacional de Salud confirmó las consecuencias de cambios en el estilo de vida, con menos comidas caseras, y las pocas que se hacen sin frutas y vegetales, más sedentarismo y un automóvil por cada seis mexicanos, la diabetes y la hipertensión ya son moneda corriente.
Veamos lo que comen nuestros niños en un día común de escuela. Primeros describiremos a Ángel un niño de once años que pesa 25 kilos más de lo que debería. Su madre hace una compra semanal en el supermercado (carne de res y puerco, pollo, salchichas, queso, jamón, crema) y en la tienda del Issste (arroz, frijol, leche, detergente, papel sanitario etc.). En la tienda del barrio es casi todo el doble de caro.
En las compras de la semana para la preparación de los alimentos faltaron frutas y verduras para enriquecer la dieta. Recordemos que la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda 5 piezas de frutas y verduras a diario, como mínimo (400 gramos).
Sigamos a Ángel, su madre lo despierta y se baña, se viste, desayuna un sándwich y se va a la escuela. A la hora del recreo come otro sándwich, un jugo sabor durazno y una bolsa de papitas. Después de la clase de educación física, 45 minutos en movimientos de brazos y torso, y tres vueltas al patio, compra un refresco de bote en la maquina expendedora. Sale de la escuela y compra una bolsa de frituras, en casa come cocido de res, arroz, frijoles y refresco.
Después de la comida, ve tele una hora con una bolsa de palomitas y hace la tarea, al terminar juega Xbox y sale a la calle a jugar un rato con sus amigos, compra unos fritos y refresco, regresa a su casa, cena quesadillas frijoles y un vaso de leche. El sábado y domingo hay menú libre: quesadillas, huevos con chorizo, tacos, bolsas de frituras, refrescos, hamburguesas, sándwiches y leche.
En este mar de grasa, harinas y azúcares, los verduras y las frutas brillan por su ausencia, ningún complemento alimenticio como cápsulas de moringa para enriquecer la dieta, por consiguiente a este ritmo, Ángel cargará con sobrepeso y obesidad y enseguida las enfermedades que antes eran de los adultos, ahora los niños y jóvenes las padecen. Agustín Lara, director de programas de enfermedades en el Adulto y en el Anciano de la secretaría de salubridad, opina al respecto: “Si no se detiene la obesidad en los niños, la actual generación de padres puede ser la primera que entierre a sus hijos. La expectativa de vida que se había ganado en tres generaciones se está perdiendo” advierte.
La dieta de sana que a continuación se describe, encontraremos las proteínas, las grasas simples, carbohidratos (frutas cereales y verduras), necesarias para tener alejadas la obesidad y el sobrepeso que es igual a ausencia de enfermedades. Para el desayuno empezaremos con tomar una capsula de moringa 15 minutos antes de ir a la mesa. Las proteínas las vamos a tomar de una torta de claras de huevo, si gustan le pueden agregar hojas frescas de moringa picadas finamente, las grasas simples las obtendremos de un cuarto de aguacate, los carbohidratos vendrán en una manzana (las frutas y los jugos naturales se toman con el estomago vacio, por consiguiente la manzana se comerá inmediatamente después de tomar la capsula de moringa) y si queda algo de hambre, podemos agregar al desayuno, una taza de avena integral. Si comparamos lo que desayunó Ángel, veremos la enorme diferencia en nutrientes que llevamos a nuestro organismo.
La tradición nos ha impuesto a un desayuno de huevos con chorizo, café, pan con mantequilla, quizá un vaso de jugo, pero no natural, que para el principal alimento del día, no lleva los suficientes nutrientes, para que proporcione la energía necesaria requerida para la jornada que hay que desarrollar eficientemente en el trabajo. Un menú para una dieta de vida sana para toda la semana, se podrá elaborar de manera muy sencilla. Quien se interese, favor de enviarme un correo a mi dirección electrónica y con gusto le daré los elementos para armarlo.
Capsulas de moringa en puntos de venta en Guaymas Empalme y San Carlos, le informa el Profr. Rubén Acosta Poblano los lugares en los Tel . 622 22 4-16-45, Cel. 622 8552787 y en ziguay@hotmail.com
Pláticas y taller de moringa para el sector salud, empresarial y público en general.