
Hace unos minutos, del camino de casa a mi oficina, casi a la salida de Guaymas Norte, se detuvo el tráfico poco antes de llegar al semáforo de esa rúa, y miré que una persona descendía de un pick up Nissan y hacía señas al carro vecino que no caminara.
El motivo de su angustia era que un animalito muy pequeño, un gatito como de un mes de nacido, estaba bajo las enormes llantas de una Ford Lobo y el conductor no se había dado cuenta de ello.
Arriesgando su físico, el joven que bajó de su Nissan para auxiliar al pequeño felino, logró que el carro se detuviera, se metió bajo de él y soportando un rasguño del animalito que creyéndose atacado se defendió, finalmente logró sacarlo y ponerlo en su caja.
Esas actitudes en lo personal me conmueven y me hacen aún creer en la humanidad. Son pequeños actos de amor y buena fe. Ello quiere decir que no todo está podrido en Dinamarca.
Bien por el héroe anónimo, a quien por cierto, de ventana a ventana, di las gracias.
Debemos cuidar y amar a todos los animales, también ellos como seres vivientes tienen derecho a poblar estos terrenos y merecen nuestro respeto.
Buenos y heroicos días...