En Guaymas estamos teniendo mucho, pero mucho apoyo del gobernador Guillermo Padrés, subraya el alcalde, al abordar temas como la estrategia de inversiones, la situación financiera y su “futuro”
Por Fernando Villa E.
Mientras enfatiza que a la anterior administración le faltó mucho orden, el alcalde César Lizárraga Hernández sostiene que en el Ayuntamiento que él preside sí hay rumbo y proyecto.
“Decir que les faltó orden no significa que necesariamente se robaron el dinero, lo que puede ser, sino que se usaron recursos etiquetados para otros conceptos y se incumplieron metas”, aclara.
Además, subraya, dejaron cuantiosas cuentas por pagar en los primeros meses y eso afecto muchísimo el manejo financiero del Ayuntamiento.
Lizárraga Hernández, sin embargo, antes que quejarse dice haber puesto orden en los mecanismos de acción de la comuna para responder con un manejo eficiente de los recursos y priorizar las acciones.
Para ello, apunta, Guaymas cuenta con todo el respaldo del gobernador Guillermo Padrés Elías y para este año se prevé una aplicación de recursos al municipio por cerca de 200 millones de pesos.
El optimismo de César Lizárraga pareció encontrar fundamento el pasado miércoles 12 de mayo cuando, en una gira de trabajo por el puerto, el gobernador Padrés anunció 38 millones de pesos para pavimentación en Guaymas.
“Ya le dije a César, comentó Padrés, que sea el quién defina qué calles y a qué colonia se destinen esos recursos, 20 millones de los cuales serán aportados por el Gobierno del Estado”.
Pero el Presidente Municipal no se acelera porque, dice, prefiere evitar los errores de otros años y antes de pavimentar o rehabilitar la superficie de las calles es necesario mejorar la infraestructura hidráulica.
Para ello se destinarán 65 millones de pesos al cambio de las redes de distribución hidráulica e hidrosanitaria y, posteriormente, iniciar los trabajos de asfalto en rúas verdaderamente prioritarias para la ciudad.
Otro proyecto se relaciona con la ciudad deportiva que se contempla sobre la Unidad Deportiva Municipal, en lo que se aplicarían 48 millones de pesos con aportaciones equitativas del estado y el municipio.
“Esta es una administración ciudadana más que política, así que atenderemos a muchos sectores que durante años estuvieron marginados de la atención oficial”, expresa.
César Lizárraga pretende atender mejoras a muchas calles y ‘callecitas’ en colonias populares porque en Guaymas, dice, “todos tenemos que crecer juntos”.
Adicionalmente, abunda, existe el proyecto en avance de cambiar el alumbrado público con una inversión de 45 millones de pesos, lo que impactará favorablemente en imagen, seguridad y bienestar en las colonias.
El apoyo
“En Guaymas estamos teniendo mucho, pero mucho apoyo del gobernador Padrés”, expresa.
El respaldo institucional del Gobernador es aún mayor, subraya, con el proyecto hidráulico Sonora SI, que para la región contempla la instalación de una desalinizadora para proveer más agua potable.
Con dicho proyecto, que incluye a Guaymas y Empalme, se invertirán en esta zona alrededor de 250 millones de pesos en los próximos años, aunque para el 2010 se contemplan 56 millones para reforzar el equipamiento y la infraestructura ya existentes.
Lo anterior forma parte del proyecto integral de mejoras a las calles, con el cambio de tubería de 79 kilómetros lineales y la meta de pavimentar 200 mil metros cuadrados.
El alcalde César Lizárraga explica que el actuar de la presente administración obedece a los reclamos ciudadanos más sentidos, en lo que se incluye la pavimentación y más agua potable.
Sin duda, explica, la demanda social más sentida son las mejoras al alumbrado público y el rubro de seguridad que, aunque en Guaymas no está tan mal, la gente siempre querrá mejoras y tiene toda la razón.
Los indicadores más sobresalientes en materia de inseguridad se refieren al robo a casas habitación lo que, además de incrementar el equipamiento en la Policía, lo que ya se hace, es necesario fomentar las fuentes de empleo.
“En eso impera la lógica: mientras menos empleos hay más delincuencia y con ello también aumentan los problemas sociales, así que debemos esforzarnos en todos los frentes”.
El futuro
A César Lízárraga le interesa más pensar en el presente que proyectar su futuro, sobre todo en lo que al servicio público y a la actividad política se refiere.
La administración pública es muy interesante, se puede hacer mucho por la gente y para servir a la comunidad desde cualquier cargo hay que hacerlo con convicción, comenta.
Así lo explica:
“Sobre mi futuro político, sólo digo que no me rajo, lo que venga estaría bien y si hasta aquí llego igual me dedico a mi profesión: he vivido sin la política, tengo profesión y sé trabajar.
“En esto tendrá mucho qué ver la opinión de los guaymenses, si ellos dicen que no debo seguir, me hago a un lado con toda tranquilidad. Eso sí, ahorita no me preocupo por eso porque es tiempo de trabajar por el Municipio”.
Un aspecto que sí preocupa al Presidente Municipal es el referente al déficit financiero por más de 70 millones de pesos que heredó la anterior administración.
Para abatir las presiones de las amortizaciones y el pago de intereses, explica, así como para cubrir los pagos más apremiantes a proveedores se contempla una restructuración de fondo.
En ese sentido se analiza con una institución bancaria una reestructuración de pasivos para disminuir los pagos mensuales, disponer de más recursos y ejecutar más obra pública.
Las críticas
Las actuales condiciones obligan al pago de 2 millones de pesos al mes, lo que afecta la disposición del activo circulante, pero con la reestructuración las amortizaciones bajarían a 800 mil pesos mensuales durante año y medio.
Posterior a ese plazo, explica, se contemplarían pagos fijos de un millón y medio mensuales, pero para entonces habrá pasado la contingencia y se habrán abatido notablemente los pasivos inmediatos a proveedores.
Al Ayuntamiento le urge sacar adelante esa estrategia, lo que esperan alcanzar una vez obtenido el aval de casas calificadoras y se prevé que en dos meses pueda consolidarse el plan.
Lizárraga Hernández dice no temerle a la crítica ni a los críticos, aunque sí espera una actitud más propositiva para el bien de Guaymas: “si me equivoco critíquenme, pero si hacemos las cosas bien hay que decirlo también”.
Por eso, expone, se trabaja en consonancia con las demandas ciudadanas que más se perciben con la premisa de obtener cuentas claras y resultados tangibles.
Por lo pronto, César Lizárraga dice sentirse orgulloso al haber conseguido la manera, con todo su equipo, de darle estructura al quehacer gubernamental luego del desorden que encontraron.
Manifiesta: “Tenemos rumbo y proyecto, estamos haciendo bien las cosas y así seguirán; yo de aquí saldré tranquilo y con la frente en alto, dando la cara a los guaymenses”
Mientras enfatiza que a la anterior administración le faltó mucho orden, el alcalde César Lizárraga Hernández sostiene que en el Ayuntamiento que él preside sí hay rumbo y proyecto.
“Decir que les faltó orden no significa que necesariamente se robaron el dinero, lo que puede ser, sino que se usaron recursos etiquetados para otros conceptos y se incumplieron metas”, aclara.
Además, subraya, dejaron cuantiosas cuentas por pagar en los primeros meses y eso afecto muchísimo el manejo financiero del Ayuntamiento.
Lizárraga Hernández, sin embargo, antes que quejarse dice haber puesto orden en los mecanismos de acción de la comuna para responder con un manejo eficiente de los recursos y priorizar las acciones.
Para ello, apunta, Guaymas cuenta con todo el respaldo del gobernador Guillermo Padrés Elías y para este año se prevé una aplicación de recursos al municipio por cerca de 200 millones de pesos.
El optimismo de César Lizárraga pareció encontrar fundamento el pasado miércoles 12 de mayo cuando, en una gira de trabajo por el puerto, el gobernador Padrés anunció 38 millones de pesos para pavimentación en Guaymas.
“Ya le dije a César, comentó Padrés, que sea el quién defina qué calles y a qué colonia se destinen esos recursos, 20 millones de los cuales serán aportados por el Gobierno del Estado”.
Pero el Presidente Municipal no se acelera porque, dice, prefiere evitar los errores de otros años y antes de pavimentar o rehabilitar la superficie de las calles es necesario mejorar la infraestructura hidráulica.
Para ello se destinarán 65 millones de pesos al cambio de las redes de distribución hidráulica e hidrosanitaria y, posteriormente, iniciar los trabajos de asfalto en rúas verdaderamente prioritarias para la ciudad.
Otro proyecto se relaciona con la ciudad deportiva que se contempla sobre la Unidad Deportiva Municipal, en lo que se aplicarían 48 millones de pesos con aportaciones equitativas del estado y el municipio.
“Esta es una administración ciudadana más que política, así que atenderemos a muchos sectores que durante años estuvieron marginados de la atención oficial”, expresa.
César Lizárraga pretende atender mejoras a muchas calles y ‘callecitas’ en colonias populares porque en Guaymas, dice, “todos tenemos que crecer juntos”.
Adicionalmente, abunda, existe el proyecto en avance de cambiar el alumbrado público con una inversión de 45 millones de pesos, lo que impactará favorablemente en imagen, seguridad y bienestar en las colonias.
El apoyo
“En Guaymas estamos teniendo mucho, pero mucho apoyo del gobernador Padrés”, expresa.
El respaldo institucional del Gobernador es aún mayor, subraya, con el proyecto hidráulico Sonora SI, que para la región contempla la instalación de una desalinizadora para proveer más agua potable.
Con dicho proyecto, que incluye a Guaymas y Empalme, se invertirán en esta zona alrededor de 250 millones de pesos en los próximos años, aunque para el 2010 se contemplan 56 millones para reforzar el equipamiento y la infraestructura ya existentes.
Lo anterior forma parte del proyecto integral de mejoras a las calles, con el cambio de tubería de 79 kilómetros lineales y la meta de pavimentar 200 mil metros cuadrados.
El alcalde César Lizárraga explica que el actuar de la presente administración obedece a los reclamos ciudadanos más sentidos, en lo que se incluye la pavimentación y más agua potable.
Sin duda, explica, la demanda social más sentida son las mejoras al alumbrado público y el rubro de seguridad que, aunque en Guaymas no está tan mal, la gente siempre querrá mejoras y tiene toda la razón.
Los indicadores más sobresalientes en materia de inseguridad se refieren al robo a casas habitación lo que, además de incrementar el equipamiento en la Policía, lo que ya se hace, es necesario fomentar las fuentes de empleo.
“En eso impera la lógica: mientras menos empleos hay más delincuencia y con ello también aumentan los problemas sociales, así que debemos esforzarnos en todos los frentes”.
El futuro
A César Lízárraga le interesa más pensar en el presente que proyectar su futuro, sobre todo en lo que al servicio público y a la actividad política se refiere.
La administración pública es muy interesante, se puede hacer mucho por la gente y para servir a la comunidad desde cualquier cargo hay que hacerlo con convicción, comenta.
Así lo explica:
“Sobre mi futuro político, sólo digo que no me rajo, lo que venga estaría bien y si hasta aquí llego igual me dedico a mi profesión: he vivido sin la política, tengo profesión y sé trabajar.
“En esto tendrá mucho qué ver la opinión de los guaymenses, si ellos dicen que no debo seguir, me hago a un lado con toda tranquilidad. Eso sí, ahorita no me preocupo por eso porque es tiempo de trabajar por el Municipio”.
Un aspecto que sí preocupa al Presidente Municipal es el referente al déficit financiero por más de 70 millones de pesos que heredó la anterior administración.
Para abatir las presiones de las amortizaciones y el pago de intereses, explica, así como para cubrir los pagos más apremiantes a proveedores se contempla una restructuración de fondo.
En ese sentido se analiza con una institución bancaria una reestructuración de pasivos para disminuir los pagos mensuales, disponer de más recursos y ejecutar más obra pública.
Las críticas
Las actuales condiciones obligan al pago de 2 millones de pesos al mes, lo que afecta la disposición del activo circulante, pero con la reestructuración las amortizaciones bajarían a 800 mil pesos mensuales durante año y medio.
Posterior a ese plazo, explica, se contemplarían pagos fijos de un millón y medio mensuales, pero para entonces habrá pasado la contingencia y se habrán abatido notablemente los pasivos inmediatos a proveedores.
Al Ayuntamiento le urge sacar adelante esa estrategia, lo que esperan alcanzar una vez obtenido el aval de casas calificadoras y se prevé que en dos meses pueda consolidarse el plan.
Lizárraga Hernández dice no temerle a la crítica ni a los críticos, aunque sí espera una actitud más propositiva para el bien de Guaymas: “si me equivoco critíquenme, pero si hacemos las cosas bien hay que decirlo también”.
Por eso, expone, se trabaja en consonancia con las demandas ciudadanas que más se perciben con la premisa de obtener cuentas claras y resultados tangibles.
Por lo pronto, César Lizárraga dice sentirse orgulloso al haber conseguido la manera, con todo su equipo, de darle estructura al quehacer gubernamental luego del desorden que encontraron.
Manifiesta: “Tenemos rumbo y proyecto, estamos haciendo bien las cosas y así seguirán; yo de aquí saldré tranquilo y con la frente en alto, dando la cara a los guaymenses”