Por Prof. Alejandro Ramírez Cisneros
Serdán: Una obra muy cuestionada
Finanzas sanas en el Ayuntamiento portense
Tránsito Municipal trabajando fuerte
COMIENZA HA haber cuestionamientos sobre la calidad del nuevo pavimento de la avenida Serdán, que aún sin estar terminado (la obra) acusa irregularidades producto tal vez de un trabajo sin la eficiencia que debe darse en casos como éste.
Así, tratándose de una obra pública, el escrutinio popular señala con el índice las fallas que a simple vista se observan.
No se necesita desde luego, ser un perito en la materia para determinar que la cacareada pavimentación asfáltica tendrá una vida muy limitada. A no ser, diríamos que la obra en proceso se corrija para un futuro muy breve, no tener que añadirla a la larga lista de trabajos hechos con dineros públicos que se han tirado prácticamente a la calle.
Las baterías se enfocan directamente al ingeniero Martín Larios Velarde, que ocupa la cartera de obras públicas en la administración “toñista” y al que las voces populares ac
usan de no esmerarse en la supervisión de dicho asfaltamiento.
Y eso es precisamente lo que hace falta, que una persona que sabe de estos menesteres, dé el Vo. Bo. Con pleno y absoluto conocimiento de causa. Larios debe desternillarse del asiento de su escritorio y acudir “a ver con sus propios ojos” el enchapopotamiento de la avenida Serdán.
Todos los funcionarios que forman parte del gabinete municipal de Antonio Astiazarán deben de seguir el ritmo de trabajo que les impone su jefe para sacar a flote los programas de acción en beneficio de Guaymas y sus habitantes. Si no lo hacen, estarán fallándole al munícipe y traicionando a los guaymenses.
SE LAMENTAN los usuarios de la CEA de Empalme, en este caso los de la llamada tercera edad, de que les suspendieron las credenciales que tenían, para recibir el beneficio del descuento en los pagos mensuales.
La orden fue tajante y ahora los seniles estarán obligados a pagar completo el encarecido líquido, como cualquier hijo de vecino.
El “milagro anterior” se lo achacan a Pedro Luis Bórquez Antillón, “factótum” de la CEA en la región, pues al respecto se ha convertido en el “hombre orquesta”, al actuar al unísono como jefe en las oficinas de la Comisión Estatal de Agua en Vícam, Empalme, Guaymas y “de pilón” en San Carlos. Hagan de cuenta que el señor “se sacó la lotería sin comprar cachito”.
Pero lo anterior vale un cacahuate. Lo “bueno” vendrá en febrero del 2008, cuando entren en vigor las nuevas tarifas del agua. El aumento supuestamente será de 1.5 por ciento al mes. Sin embargo experiencias anteriores nos han enseñado que el encarecimiento estará muy por encima de lo pactado. Es una rebatinga de escasa progenitora.
LO QUE si hay que reconocer es el saneamiento de las finanzas municipales en el puerto, pues el Ayuntamiento de Guaymas es uno de los poquísimos de Sonora que no tuvieron que acudir al gobierno del estado a solicitar dádivas pecuniarias para pagar los aguinaldos de los trabajadores.
Esto es una clarísima evidencia de que los recursos económicos captados a través de la tesorería municipal, a cargo del CP Everardo Millán Cruz, se han manejado escrupulosamente, tanto así que se valió la comuna de sus propios centavos sin andar extendiendo la mano a Bours.
A PROPÓSITO, dicen que en la última visita que el gobernador hizo a Guaymas, definió de manera bastante clara, como para no dejar sitio a ninguna duda, , quién podría ser “su” candidato a la gubernatura en los comicios del 2009.
Eso que el gober dijo que los alcaldes deben terminar su periodo y no andar buscando nuevas posiciones políticas, agüitó a algunos pretensos de la gubernatura sonorense y abrió las puertas del palacio de gobierno al senador Alfonso Elías Serrano, al que en los corrillos políticos se le señala como el delfín del chapo. ¿Será?
Otros dijeron que esa es una estrategia del mandatario estatal para desorientar a los especuladores y en general a todos aquellos que adivinos frente a su bola de cristal, sacan sus propias y definitivas conclusiones, reiterando que Elías es el señalado por los hados electorales al interior de su partido, el PRI. Los demás querendones del mismo cargo serán colocados en puestos claves, junto al sucesor de Bours, para mantenerlos vivos en el juego político y mirando hacia el 2015. ¡Uuuuuuu¡
MUCHO TRABAJO tiene por hacer el Departamento de Tránsito Municipal, con tantos automovilistas imbéciles que circulan por las calles y avenidas del puerto, “como burros sin mecate”.
El Lic. José Bolaños Castro ha venido instruyendo a sus subalternos sobre la forma de trabajar, pero también los conductores debemos poner algo de nuestra parte para evitar episodios molestos, incluyendo desde simples accidentes viales hasta choques fatales y atropellamientos que en forma frecuente se vienen dando.
Nos consta el interés de Bolaños por hacer bien las cosas, pero si los que manejamos vehículos automotrices e inclusive los mismos peatones no ponen algo de su parte, poco o nada se logrará.
Debemos darle a Guaymas la categoría de ciudad que tiene, con un comportamiento diferente. Este no es un rancho donde los automovilistas se meten por calles en el sentido que les pegue su gana, ni a la velocidad que ellos quieran. Igualmente los peatones tienen que ser respetuosos a la hora de caminar por las arterias citadinas, obedeciendo las disposiciones de tránsito.
Si todos conjugamos nuestros propios esfuerzos, tengan la seguridad de que los índices de accidentes viales van a disminuir.
Lástima que los primeros en poner el desorden son los operadores (algunos) del servicio urbano a los que hay que ver con pavor, pues son amenazas circulantes para todos, sobre el pavimento. Dios nos agarre confesados.
¡Ni modo¡
Así, tratándose de una obra pública, el escrutinio popular señala con el índice las fallas que a simple vista se observan.
No se necesita desde luego, ser un perito en la materia para determinar que la cacareada pavimentación asfáltica tendrá una vida muy limitada. A no ser, diríamos que la obra en proceso se corrija para un futuro muy breve, no tener que añadirla a la larga lista de trabajos hechos con dineros públicos que se han tirado prácticamente a la calle.
Las baterías se enfocan directamente al ingeniero Martín Larios Velarde, que ocupa la cartera de obras públicas en la administración “toñista” y al que las voces populares ac

Y eso es precisamente lo que hace falta, que una persona que sabe de estos menesteres, dé el Vo. Bo. Con pleno y absoluto conocimiento de causa. Larios debe desternillarse del asiento de su escritorio y acudir “a ver con sus propios ojos” el enchapopotamiento de la avenida Serdán.
Todos los funcionarios que forman parte del gabinete municipal de Antonio Astiazarán deben de seguir el ritmo de trabajo que les impone su jefe para sacar a flote los programas de acción en beneficio de Guaymas y sus habitantes. Si no lo hacen, estarán fallándole al munícipe y traicionando a los guaymenses.
SE LAMENTAN los usuarios de la CEA de Empalme, en este caso los de la llamada tercera edad, de que les suspendieron las credenciales que tenían, para recibir el beneficio del descuento en los pagos mensuales.
La orden fue tajante y ahora los seniles estarán obligados a pagar completo el encarecido líquido, como cualquier hijo de vecino.
El “milagro anterior” se lo achacan a Pedro Luis Bórquez Antillón, “factótum” de la CEA en la región, pues al respecto se ha convertido en el “hombre orquesta”, al actuar al unísono como jefe en las oficinas de la Comisión Estatal de Agua en Vícam, Empalme, Guaymas y “de pilón” en San Carlos. Hagan de cuenta que el señor “se sacó la lotería sin comprar cachito”.
Pero lo anterior vale un cacahuate. Lo “bueno” vendrá en febrero del 2008, cuando entren en vigor las nuevas tarifas del agua. El aumento supuestamente será de 1.5 por ciento al mes. Sin embargo experiencias anteriores nos han enseñado que el encarecimiento estará muy por encima de lo pactado. Es una rebatinga de escasa progenitora.
LO QUE si hay que reconocer es el saneamiento de las finanzas municipales en el puerto, pues el Ayuntamiento de Guaymas es uno de los poquísimos de Sonora que no tuvieron que acudir al gobierno del estado a solicitar dádivas pecuniarias para pagar los aguinaldos de los trabajadores.
Esto es una clarísima evidencia de que los recursos económicos captados a través de la tesorería municipal, a cargo del CP Everardo Millán Cruz, se han manejado escrupulosamente, tanto así que se valió la comuna de sus propios centavos sin andar extendiendo la mano a Bours.
A PROPÓSITO, dicen que en la última visita que el gobernador hizo a Guaymas, definió de manera bastante clara, como para no dejar sitio a ninguna duda, , quién podría ser “su” candidato a la gubernatura en los comicios del 2009.
Eso que el gober dijo que los alcaldes deben terminar su periodo y no andar buscando nuevas posiciones políticas, agüitó a algunos pretensos de la gubernatura sonorense y abrió las puertas del palacio de gobierno al senador Alfonso Elías Serrano, al que en los corrillos políticos se le señala como el delfín del chapo. ¿Será?
Otros dijeron que esa es una estrategia del mandatario estatal para desorientar a los especuladores y en general a todos aquellos que adivinos frente a su bola de cristal, sacan sus propias y definitivas conclusiones, reiterando que Elías es el señalado por los hados electorales al interior de su partido, el PRI. Los demás querendones del mismo cargo serán colocados en puestos claves, junto al sucesor de Bours, para mantenerlos vivos en el juego político y mirando hacia el 2015. ¡Uuuuuuu¡
MUCHO TRABAJO tiene por hacer el Departamento de Tránsito Municipal, con tantos automovilistas imbéciles que circulan por las calles y avenidas del puerto, “como burros sin mecate”.
El Lic. José Bolaños Castro ha venido instruyendo a sus subalternos sobre la forma de trabajar, pero también los conductores debemos poner algo de nuestra parte para evitar episodios molestos, incluyendo desde simples accidentes viales hasta choques fatales y atropellamientos que en forma frecuente se vienen dando.
Nos consta el interés de Bolaños por hacer bien las cosas, pero si los que manejamos vehículos automotrices e inclusive los mismos peatones no ponen algo de su parte, poco o nada se logrará.
Debemos darle a Guaymas la categoría de ciudad que tiene, con un comportamiento diferente. Este no es un rancho donde los automovilistas se meten por calles en el sentido que les pegue su gana, ni a la velocidad que ellos quieran. Igualmente los peatones tienen que ser respetuosos a la hora de caminar por las arterias citadinas, obedeciendo las disposiciones de tránsito.
Si todos conjugamos nuestros propios esfuerzos, tengan la seguridad de que los índices de accidentes viales van a disminuir.
Lástima que los primeros en poner el desorden son los operadores (algunos) del servicio urbano a los que hay que ver con pavor, pues son amenazas circulantes para todos, sobre el pavimento. Dios nos agarre confesados.
¡Ni modo¡