Motu proprio de Ventura Cota y Borbón III
Televisa inició ayer con un nuevo
ciclo –nuevo según la televisora de marras–, en el cual el horario estelar sufrió
un leve enroque. Salió el señor López-Dóriga del Noticiero tras 16 años de
estar frente a éste y lo sustituyó la señora Denisse Maerker.
Quizás es muy prematuro hacer un
análisis o emitir un juicio de “10 en punto”, sin embargo el formato
periodístico no presenta nada nuevo o algo que dé la pauta a pensar en una
cobertura diferente a lo que la empresa televisora tiene acostumbrado mostrar a un
pueblo sumiso y sobre todo jodido.
López-Dóriga dejó huella como un
periodista corrupto, malintencionado, progobiernista, sin credibilidad,
acosador, extorsionador. La patente de corso del mencionado reportero fue
siempre acogerse al poder que el puesto le brindaba y la connivencia de su patrón (Emilio Azcárraga Jaen) sirvió siempre para hacer de
la corrupción y la impunidad una dupla a su servicio.
Creo en lo personal que la señora
Denisse Maerker tiene potencial, eso sin negar que es excelente como periodista
de garra (lo demostró cuando estuvo en Canal 40 y les fue arrebatado por Tv
Azteca, el dueño, otro pillo); pero mientras siga bajo la égida de la poderosa Televisa,
pasará a engrosar la lista de los Zabludowsky, Ochoa, el propio López-Dóriga y
otros tantos como los mencionados; su talento será desperdiciado...para el
pueblo, porque seguramente ella aprovechará al máximo lo que le caiga.
Ignoro cuánto tiempo vaya a
permanecer “10 en punto” al aire –sobre todo en el horario de las 10 de la
noche, que deja mucha lana en patrocinios–, pero lo que sí es seguro, es que
después de ella vendrán más “soldados” al servicio de los Azcárraga a seguir hinchando de
dinero al consorcio televisivo más poderoso de América Latina.
Televisa busca con ese presunto cambio
recuperar la credibilidad y sobre todo la audiencia que ha perdido en el último lustro.
Credibilidad y audiencia que fueron ausentándose por la actuación de los mismos
que hoy mueve de posición, por ello pienso que el gatopardismo implementado por
Azcárraga Jaen, redundará en una victoria pírrica. Desde ya un fracaso anunciado.
Hay que mencionar que de todo el
equipo periodístico con que cuenta la televisora, la señora Maerker es quien ostenta
la trayectoria y currículum más impresionante. Quizás por eso el jefe decidió
que ella ocupe el horario de gala.
Las redes sociales deben hacer la
diferencia, siempre y cuando las usemos con verdadera responsabilidad. Es
posible que no desplacen a la televisión, pero sí es factible cuando menos
obtener una igualdad con la pantalla chica.
He dicho.