Ventura Cota Borbón
Protestas, documentales, gritos,
manifestaciones, marchas y todo lo inimaginable se ha hecho tanto por los
deudos como por amigos y sociedad en general de los niños inmolados el 5 de
junio de 2009 y hoy a cuatro años de ese trágico suceso, la justicia sigue
durmiendo indiferente ante el dolor y el clamor general.
Desde el día en que se dieron los lamentables
hechos se vislumbró el víacrucis que vivirían los padres de esos pequeños. La
discrecionalidad de la autoridad en esos aciagos momentos y la “envergadura”
política de los responsables pondrían a prueba al sistema judicial y darían las
directrices que cuatro años después han demostrado la insensibilidad y poca
madre del Estado.
Cuatro años no han sido suficientes para
encontrar un culpable de peso. Los hasta hoy detenidos son simples mulas que
representan chivos expiatorios. Pero los verdaderamente responsables siguen tan
campantes que indigna su cinismo.
No debe extrañarnos que en México la justicia
siempre se aplique en contra del jodido. Quienes tengan la capacidad económica
y política gozarán de la impunidad.
Me pregunto y sin ninguna intención que no
sea la de encontrar respuestas: ¿Qué es necesario hacer para que de una vez por
todas en el caso del ABC se aplique la JUSTICIA?