Sally Palomino/ Verne.com/
Agencias
Luisa Fernanda Urrea, de
28 años, trabaja desde hace siete en la Policía de Colombia y nunca se había
puesto un uniforme que no fuera el suyo, hasta el pasado 11 de enero cuando
recibió una llamada de su hermana, también miembro de la institución.
Una niña recién nacida había sido abandonada en Tulúa, un pueblo en el occidente del país, aún tenía el cordón umbilical y presentaba signos de hipotermia.
La patrullera, que había
dado a luz hacía 11 meses, se puso uno de los uniformes de su hermana, se
olvidó de sus vacaciones, acudió al lugar y dio de mamar al bebé. El momento fue
captado por las cámaras de la televisión colombiana Caracol, la imagen de
Urrea amamantado pasó a las redes sociales y desde entonces se ha recogido en
medios internacionales como Buzzfeed, Mashable, The Independent y Noticias
Cuatro, entre otros.
“Para mí no fue ningún
sacrificio, creo que cualquier mujer que ha sido mamá lo hubiera hecho”. Urrea,
que aún sigue en período de lactancia, cuenta que para ella fue como “un
milagro” estar ese día de vacaciones en Tulúa y no en Pereira, donde reside.
“Llevaba unos días de
descanso con mi bebé y sin mi uniforme habitual, pero las cosas pasan y creo
que el instinto maternal, que aún tengo alborotado, me llevó a ayudar sin
pensarlo dos veces”. Por exigencias del protocolo de la policía de Colombia,
Urrea solo podía acudir al lugar vestida con el traje de patrullera.