miércoles, 21 de octubre de 2015

Un punto de vista sobre Alcohólicos Anónimos

Por Ventura Cota y Borbón III


Hace unos 20 años o más, aproximadamente, cuando estaba haciendo mis pinitos en las lides periodísticas, realicé una entrevista a un miembro de la agrupación de Alcohólicos Anónimos –por cierto que nunca publiqué-, y en ésta, el entrevistado me platicó una historia muy dramática que para mí resultaba increíble; sin embargo pude corroborar y eso me formó la idea de que los milagros existen.

A raíz de ello, de alguna manera u otra jamás me alejé de esas personas a quienes la mayor parte de la sociedad considera VICIOSOS, pero que en realidad y –puede resultar una falacia para muchos-, son enfermos. Eso de la enfermedad no lo dicen los propios miembros de la agrupación de AA. Fue la Organización Mundial de la Salud, entidad que  después de realizar concienzudos estudios en personas que bebían de modo incontrolable, en 1953 concluyó que el ALCOHOLISMO es una enfermedad INCURABLE, PROGRESIVA e INSIDIOSA, sin dejar de entender que es mortal por obvias razones.

En mi calidad de periodista he sido invitado a reuniones de aniversarios, en las cuales he externado mi punto de vista sobre la agrupación. También he estado en juntas que denominan cerradas y he escuchado en sus catarsis, sus testimonios los cientos de casos de asombrosa recuperación cuando prácticamente ya estaba todo perdido…literal.

Una cosa que me atrae la atención es que la mayor parte de los concurrentes a las juntas de AA, hablan con una elocuencia de Dios. Aclaran que el programa no tiene nada de RELIGIOSO *, pero sí es sumamente ESPIRITUAL *, no obstante, esa fe es la que les ha devuelto la recuperación. También los hay quienes se consideran ateos e incluso escépticos. Esa minoría ha logrado quedarse y recuperarse. * Nota: para no entrar en controversias, amigo lector-lectora, indague la diferencia entre ambos términos.

A la asociación de AA acuden hombres y mujeres que buscan recuperarse de su descontrol en la ingesta de bebidas espirituosas y aunque el programa nació originalmente para alcohólicos o borrachos hace ya 80 años (1935), se ha diversificado a grado tal que actualmente personas con doble o triple estigma (drogadictos, ludópatas, comelones, etc), han encontrado alivio a sus problemas, siempre y cuando se entreguen a  ése sencillo programa con una pizca de honestidad. Así dice en su carta de presentación.

En AA no se les cobra cuotas ni honorarios. No se les brinda algún tipo de ayuda económica, ni de enfermería o internación. No se les exige nada, sólo lo que dice una de sus tradiciones: El único requisito para pertenecer a AA es el DESEO de dejar de beber…

Algunos-algunas se preguntarán: ¿Cómo funciona el programa? Primero lo obvio y esto es dejar de beber. La abstinencia total es el inicio de la recuperación y después la aceptación de que existe un problema. Pueden darse en orden invertido, según declaran algunos veteranos en el programa. Asistir de manera regular –si es posible diario-, a las juntas, las cuales tienen una duración de hora y media y en éstas quienes así lo deseen, pueden subir a una tribuna y hablar de sus experiencias de borracho y cómo han logrado recuperarse, lo que la psiquiatría denomina CATARSIS.

En tribuna exponen –así se sugiere-, cosas que pueden llamarse “escuchables”. Para sacar, expulsar algo más privado, más “fuerte” de su ciclo como bebedor, también les sugiere un paso (el 5°) que escojan una persona de su confianza que puede ser un amigo, un compañero, un sacerdote un psiquiatra, en fin alguien que les produzca confianza absoluta, al “confesor”. La expulsión de esos cuadros, regularmente alivia la carga y ayuda en la recuperación.

Hay miembros dentro de AA que ya acumulan décadas –dos, tres e incluso cuatro-, y continúan yendo a sus reuniones, pero eso de ninguna manera les garantiza su sobriedad o abstinencia, tienen que mantenerse firmes con buena voluntad, no con fuerza de voluntad, que es distinto). El alcoholismo por ser ésta una enfermedad como cualquier otra, alguno que otro miembro recae…eso no signifique que el programa no funcione. Allí quien falló fue la persona, por las circunstancias que sean. Por ello para evitar esa y otras cosas, es importante que una vez lograda la recuperación, se PASE EL MENSAJE a otros alcohólicos que aún sufren e ignoran de la existencia de una agrupación que puede salvarlos, incluyendo a su familia.  

En fin, podría usar mucho más espacio para hablarles sobre esta maravillosa agrupación mundial que está en poco más de 190 países y la cual fue fundada por dos visionarios norteamericanos llamados Bill Wilson y Robert Smith. Lo importante es que si hay dudas pueden obtener información más precisa en los propios grupos de AA o acudir a una oficina que se encuentra, como en este caso en Guaymas con el teléfono 22 285 55, lo seguro allí es que su anonimato será guardado celosamente, acuda sin miedo o vergüenza.

Lo único que me resta decir es que la recomiendo AMPLIAMENTE, si usted tiene problemas con su forma de beber, será el puerto más seguro donde le acojan sin recriminaciones. Usted tiene la última palabra…

He dicho.