Sonia
del Valle/ Reforma.com
En
los últimos dos meses, maestros de 26 entidades del país han decidido denunciar
las pésimas condiciones en las que se encuentran las escuelas donde trabajan.
Los
maestros no hicieron un Censo de Escuelas, como el que elaboró el Inegi a
petición de la SEP y para el cual invirtió 740 millones de pesos.
Los
profesores únicamente tomaron fotos y las subieron a la red.
En
la página de Facebook "Las escuelas jodidas de México" hay
cientos de imágenes que muestran las condiciones en las que se encuentran 118
planteles de preescolar, primaria, secundaria y bachilleratos públicos.
Las
fotografías de los maestros exhiben bancas rotas y desvencijadas, pisos de
lodo, baños inservibles, fosas sépticas insalubres, aulas sin techo, paredes
carcomidas, instalaciones eléctricas en mal estado, canchas deportivas con
grietas, porterías de futbol improvisadas, pizarrones viejos y murales
escolares colocados en el piso.
También
lo hacen en aulas que en lugar de tener ventanas de vidrio las tienen de cartón
o en salones donde se tienen que replegar cuando se inundan.
Un
video incluso llega a lo insólito: los alumnos tomando clases mientras el agua
entra a borbotones por una rendija entre el techo y la pared.
En
contraste, este año el presupuesto de la SEP es de 330 mil millones de pesos y,
de ellos, 14 mil millones son para los programas de infraestructura educativa.
Además,
el país cuenta con un Instituto Nacional para la Infraestructura Física
Educativa (INIFED), encargado desde el sexenio pasado de certificar y darle
mantenimiento a las escuelas, el cual tiene un presupuesto anual de 188
millones de pesos y en él laboran 325 personas.
A
pesar de ello, en la página que usan los maestros para exhibir sus salones de
clase se muestran letreros donde se les pide a los padres de familia una
cooperación voluntaria para arreglar una bomba del agua, o cooperar con tres
tabiques y 300 pesos para completar la pared de un salón.
En
el Telebachilleres 20, ubicado en La Cascada, Municipio de Palenque, Chiapas,
los estudiantes no tienen bancas, sino blocks de cemento, y su centro escolar
es de piso de tierra y techo de aluminio.
En
la primaria Belisario Domínguez, Chimalhuacán, Estado de México, el techo es de
lámina y las paredes de cartón y plástico.
De
la Escuela Josefina Rivera Calvo, en Balancán, Tabasco, señalan que fue
beneficiada por el Programa México Conectado y que les dijeron que tendrá
internet, cuando no cuenta ni con instalación eléctrica.
Las
quejas acompañan a cientos de fotografías que muestran una realidad lacerante:
niños, niñas y jóvenes de educación básica que estudian en condiciones
paupérrimas y en escuelas "gallinero", como las denominan los
maestros.
La
profesora Mayté González, quien trabaja en el Municipio de San Pedro Garza
García, Nuevo León, envió una fotografía y una carta dirigida al presidente Enrique
Peña Nieto.
"Estas
son las condiciones en las que trabajamos muchos docentes a los que quiere
evaluar", dice en la misiva al tiempo que la imagen exhibe una escuela sin
techo.
"Para
terminar, señor Presidente, le pediría que antes de pensar en aplicarme una
evaluación, tenga la bondad de proveerme de un techo para proteger a mis
alumnos de la lluvia y el sol", expresa.
Otro
grupo de maestros reporta que durante 15 años el Centro de Educación Inicial
Indígenas Niños Héroes con clave 15DIN0063E, ubicada en Loma la Providencia San
Andrés Cuexcontitlán, Toluca, ha laborado en casas prestadas de la comunidad.