Ventura Cota borbón
En el transcurso de esta semana, el Senado de la
República, determinará la aprobación o no de una ley llamada Telecom, que el
jefe del Ejecutivo federal, Enrique Peña
Nieto envió a esa cámara con el único y exclusivo objetivo de censurar a
quienes osen retar, exhibir, ponderar sus yerros o cualquier acción encaminada
que pudiera poner el riesgo la seguridad nacional [sic] -léase decir que EPN es
un pendejo-, so pena de ser sancionado con infracciones que van desde el cierre
temporal o definitivo del medio ofensor e incluso con penas pecuniarias y
corporales.
Es obvio, las manifestaciones en contra desde su
promulgación –de la ley de marras-, se han dejado ver en distintos foros públicos,
sin contar el rechazo internacional por parte de grupos defensores de la
libertad en las redes sociales http://eleconomista.com.mx/industrias/2014/04/21/rechazo-internacional-leyes-telecom-pena-nieto).
La parte medular de la ley que impulsa Peña Nieto, prohíbe
entre otras cosas, transmitir mensajes que según su propia percepción, vayan en
contra de la seguridad del estado. Habrá un control férreo en las redes
sociales. Los mensajes en cualquier modalidad, los tuits, los vídeos y todo lo
que implique información, podrán ser “taponeados”.
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| Foto oficial de EPN (Tomada de la Pág. de la Presidencia) |
Por ello el Gobierno tendrá la facultad de bloquear
temporal o definitivamente la señal de comunicación que origine dichos “pecados”
cibernéticos.Lo malo de esa acción, es que el criterio que se utilice para
sancionar a quienes se consideren infractores, será patente de corso del
gobierno, lo que lo convierte en juez y parte.
De prosperar esta ley, México pasaría a formar parte de
la lista negativa de países como China, Irán, Venezuela, Cuba, entre muchos más
que han hecho de esas ilegalidades su modo de controlar a las masas y la única
opción que hay hoy en día en las redes sociales de decir de modo responsable lo
que los miedos oficiales callan, se iría a la cloaca. El Gobierne teme al
escarnio público y he allí la razón de que buscan la connivencia de los
legisladores para oficializar el autoritarismo.
Si logran silenciar al denominado con justicia Cuarto
Poder –no hablo del periodismo, sino de las redes sociales-, entonces sí, quién
sabe que vaya a suceder en nuestro país, podría caber la opción de que se nos
quite lo miedosos y agachados.
Mientras tanto, por si o por no, dejaré de decir que Peña
Nieto es un pendejo profesional, aunque creo que eso lo resentirán más los
caricaturistas y detractores del Presidente ya que no tendrán más con quien
hacer peña…digo, leña. He dicho.
