miércoles, 25 de septiembre de 2013

Juez, jurado y verdugo

Ventura Cota Borbón
Nadie, definitivamente nadie, tiene la verdad absoluta en sus manos, independientemente a qué se dedique. Y en ese aspecto, refiriéndome concretamente a la labor de los medios de comunicación, debemos ser extremadamente cuidadosos

Las redes sociales, principalmente Facebook es una herramienta que en muchas cuestiones ha servido las más de las veces para descubrir situaciones que antes no eran posibles mucho menos imaginables. Sin embargo de ese instrumento se ha hecho un abuso además de indiscriminado, poco moral.

Quienes intervienen –intervenimos-, en FB lo hacemos como inquisidores, y en ocasiones, como dulces “abuelitas” de la caridad cuando más mansos aparentamos ser.

El Facebook ha servido para levantar calumnias, denostar, adjetivar, lanzar acusaciones temerarias o epítetos contra aquél o aquéllos que nos caigan mal. Traspasamos los límites permisibles de dicho aparejo. Como internautas nos creemos con la arrogancia y facultad de poner como “palo de gallinero” a quien escojamos y lo más peligroso, es que hay ocasiones en que a la retahíla de insultos o calumnias, se unen quienes a veces ni vela en el entierro tienen.

Acusamos sin tener argumentos, o éstos cuando los hay son tan endebles que denotan su falsedad con solamente otear en el escrito. No es necesario probar lo que se acusa, finalmente, la laxitud del acusado, la mayoría de las veces lo permite ya sea porque prefiere no polemizar o simplemente por ignorar la necedad.

El desvió que hemos hecho de esa herramienta tan útil es lastimoso.

Lo malo de todo eso es que con esa facilidad que puede brindar a veces el anonimato y cobardía de muchos que se escudan precisamente tras una máscara; e incluso de aquellos que damos la cara nos convierte ipso facto en juez, jurado y verdugo al mismo tiempo de nuestros oponentes o detractores y eso, no se vale.

Qué le vamos a hacer.