Ventura Cota Borbón
Leía
recientemente en un página electrónica afín a Andrés Manuel López Obrador en la cual los internautas proferían
ofensas contra al ex candidato de izquierda a la presidencia de la república en
el sentido que ya enfadó con su misma cantaleta y no sale de donde mismo,
además de recriminarle la falta de güevos [sic] para defender las dos ocasiones
en que fue robado su triunfo.
Vino
a mi memoria el reportaje publicado en este mismo medio acerca del tabasqueño
en el cual un ex asesor de AMLO de apellido Costa Bonino afirma que al oriundo
de Macuspana en realidad no le interesa asumirse como primera autoridad del
Ejecutivo federal. Más bien para él es más cómodo e incluso lo que le complace
es estar en medio de las masas, que lo alaben y eventualmente lo consideren un
líder comparado al Mesías, situación que en lo personal no creo alejada de la
verdad.
Y,
sus seguidores no vayan a salir con la babosada de que estoy de acuerdo con las
estúpidas políticas del señor que dice go-bernar el país un tal Peña Nieto,
pero todo tiene un límite y con AMLO ya se venció.
Por
lo pronto, el señor López Obrador está citando a quienes quieran ir el próximo
8 de septiembre al Zócalo de la Ciudad de México para ver qué medidas tomar
acerca de la inminente privatización del petróleo por parte del espurio traidor
Enrique Peña Nieto.
hay
que ver cómo le va a AMLO. No dudo que tendrá bastantes seguidores, sin embargo
nada conseguirán, la experiencia de otros intentos así lo demuestra y sumándole
a ese entuerto me atrevo a parafrasear a quienes le recriminan su laxitud: “A
AMLO le faltan güevos, siempre le han faltado”.