martes, 27 de agosto de 2013

Susana, amiga

Ventura Cota Borbón
Susana Corella Platt, la dirigente del PRI en el puerto es una mujer sumamente inteligente. Tengo la deferencia que me brinde su amista –así me lo ha manifestado varias veces-, y de mi parte, correspondo como debe ser en personas creo yo, bien nacidas. Pero van dos ocasiones en que arrogándose una facultad que no le corresponde, me juzga de modo somero basada únicamente en una percepción misérrima.

Cuando no existe coincidencia con su modo de pensar, ella siente que es atacada. O cuando las ideas concuerdan con otras personas no afines a su partido y condición, arbitrariamente apoya su tesis de que secundamos o respaldamos lo dicho por aquéllas.

No, Susana, las cosas no son como las planteas. La intolerancia a aceptar argumentos contrarios a los nuestros nos evidencian como personas muy pobres y carentes de inteligencia. Los políticos –que es la posición de la actual ex alcaldesa de Guaymas-, deben conocer el oficio y sobre todo ponerlo en práctica.

La intolerancia es “pariente” muy cercana de la soberbia y por mala ventura, de ese “mal hay muchos padecimientos. Adolecer de falta de humildad es muy –por decirlo en palabras de gente cristiana-, pecado mortal.

¿La razón por la que comento de modo público esto? Precisamente por que mi amiga Susana Corella a través de la red social Facebook, me insinúa a modo de reproche mi apoyo a un panista en un comentario obvio, en contra del suyo. Me cataloga, la excelsa damita, según puedo inferir, como una persona roma, sin idea propia e incluso incapaz de externar argumentos que aunque pudieran parecer inconcusos, aceptables de mis yerros en ellos.

Susana, espero no molestar con este comentario y me reitero a tus órdenes.