lunes, 8 de julio de 2013

Mediocridad y vergüenza

Ventura Cota Borbón
En nuestro país, como es sabido de todos aquellos que tienen un poco de inteligencia, lo mediático siempre domina sobre lo coherente y lógico.

Es el caso de lo que las televisoras –Tv Azteca y Televisa-, no dejan de llamar como lo máximo en el deporte: el futbol y para ellos la mediocre Selección Nacional o el tricolor como también le denominan, en cada torneo o partido que se enfrenta, para ellos casi son campeones, incluso antes de jugar.

La tarde noche de ayer domingo, nada más para corroborar lo que muchos pensamos del equipo nacional, me planté a ver el partido entre México contra Panamá -por cierto de manera despectiva los comentaristas de Taravisa llamaban los “canaleros”-, y el resultado que esperaba se cumplió: México o mejor dicho, el inepto, gris y mediocre equipo de seleccionados, las dio ante un equipo que los “poderosos” narradores consideran de un nivel muy bajo.

Los comentaristas de marras, ardido lo transpiraron a través de la pantalla y como venganza, dejaron de hablar para que quienes veíamos el juego por Tv escucháramos la repulsa contra el técnico.

Lo malo es que México no sólo en futbol es malo –deporte nacional de los sureños y ahora hasta de los noroesteños-, sino que la mediocridad ya se contagió desde hace mucho tiempo a otros deportes donde era “impensable” una derrota o fracaso.

Ante la ineptitud de los gobernantes, la violencia que aqueja, la crisis de valores y económica, y todo lo malo que nos envuelve, para muchos el futbol era lo único que lo hacía olvidar esos graves problemas y ahora con las decepcionantes apariciones de los “maletas” jugadores de balompié, pues hasta eso se esfumó.

Primeros lugares en lo negativo y últimos en lo que podría valer la pena.

Si a alguien le molesta lo que a continuación sigue, ofrezco de antemano una disculpa: me da ASCO y VERGÜENZA ser mexicano. Insisto, lo digo por mí y no jodan diciendo que me vaya del país: aquí nací cuando todavía México era orgullo mundial en muchas cosas…hoy casi 50 años después, la nación está en picada y lo peor es que aún no tocamos fondo.