Ventura Cota Borbón
Todo lo que se hace en lo oscurito refleja
ilegitimidad y transa y si así actúa el Gobernador de Sonora, ocultando a sus
gobernados su accionar, pues es un síntoma de autoritarismo rampante.
El rumor surgió poco antes que Guillermo Padrés visitara el puerto hace ya algunos
días. En aquélla famosa reunión con el alcalde Otto Claussen Iberri, el primer
mandatario tal parece que negoció impunidad a favor de su pupilo César Lizárraga ya que en declaración a los medios
prácticamente corroboró lo que se venía diciendo acerca del futuro inmediato
del ex alcalde: su incursión en un puesto público.
Llega la información de una persona muy cercana a Lizárraga Hernández y sobre todo dato muy veraz en el cual
confirma que éste ya labora en una dependencia del estado desde mediados de la
semana que concluyó.
Por supuesto que el Gobernador ha ocultado dicha
información a pesar de tener obligación de hacerlo pensando quizás que la
molestia de los guaymenses iba a ser de antología y no se equivoca. Si Guillermo Padrés protege a César Lizárraga allá él, pero una vez dado como un
hecho la incursión del ex presidente de Guaymas en la nómina estatal, eso ya
raya en la ofensa, en la burla. Se ríe de los guaymenses.
No cabe duda que el César se sacó la lotería de nuevo
–primero cuando presuntamente saqueó el erario municipal y ahora con la
cobijada estatal-, ya si repite la historia, entonces sí el repudio abarcará le
geografía estatal completa.
Nunca, que yo recuerde un ex munícipe recién
abandonado el cargo había sido tan zangoloteado por la opinión pública debido a
la presunta corrupción con que se condujo en su trienio. Hasta eso, César Lizárraga formará parte de esa estadística tan
negativa.
Pregunta al aire: ¿Está César Lizárraga trabajando en
el Gobierno del Estado?
Otto informa
A propósito y parte de lo mismo, dentro de unos
minutos -a las 7-, el presidente municipal Otto
Claussen Iberri estará
ofreciendo una rueda de prensa en patios del palacio municipal para informar
acerca del resultado de la auditoría practicada a la administración saliente.
Por supuesto que no se encontrarán sorpresas. Es casi
un hecho que nos dirá Otto todo lo que ya inferimos, sólo es cuestión de
escucharlo en una voz oficial.