domingo, 4 de marzo de 2012

PRI, 83 años y ¿sigue vivo?

Por Ventura Cota y Borbón III
Cuando el guaymense –para vergüenza de quienes nacimos en este puerto-, Plutarco Elías Calles fundó lo que actualmente se ostenta como Partido Revolucionario Institucional (PRI) y que en aquellos años del fin de década de los 20’s se llamó Partido Nacional Revolucionario, creo que nunca dimensionó el alcance de su “puntada”. Él sólo buscaba extender sus prebendas y canonjías para seguir manteniéndose del erario debido a que su “estrella” estaba extinguiéndose.

El 4 de marzo de 1929, Elías Calles oficializó la fundación a través de una convención que se efectuó tres días antes y en la que desde entonces demostró la gandallez y preponderancia de su objetivo, ya que el primer decreto para que este longevo partido se constituyera en tal, fue que el entonces Presidente de la República dispuso que se descontara a todos los empleados públicos siete días de sueldo al año para mantenimiento del Partido y que estos empleados fueran considerados como miembros activos del mismo.

Desde su concepción nació podrido. Con la pubertad nunca se reformó y hoy en su etapa adulta, las mañas afloran a simple vista.

El PRI, dicen quienes conocen de sus entrañas, es una institución en el papel, SANA, pero que sus miembros en su mayoría, se han encargado de sembrar podredumbre y sinrazón.

Ni modo, no hay mucho qué decir de un anciano que en este 2012 parece retomar fuerzas de su corrupción y pretende resurgir como según aprecian muchos.

Por lo pronto, a nivel local, la Lic. Susana Corella Platt, cabeza mandante del partido, convoca hoy a sus miembros a la Plaza de los Tres Delincuentes –así debería llamarse-, para festejar el 83 aniversario del tricolor.

PD: El aún alcalde de Guaymas Ing. César Lizárraga Hernández, la noche de ayer estuvo supervisando personalmente que sobre la Serdán en lugares donde antes no se permitía estacionarse -llamada MANCHA ROJA-, DESAPAREZCA LA PROHIBICIÓN Y DESDE ESTE DOMINGO es área libre.

¿Llevará "chanfle" electorero la medida? No somos desconfiados pero sí perspicaces.