Días de vino, rosas e infierno
Por Ventura Cota y Borbón
Es una regla que nunca falla y se da en cualquier tipo de circunstancias. Cuando en una batalla o contienda hay la presunción de que uno de los rivales está muy posicionado o luce en los hechos, más fuerte y con una hegemonía indubitable, es natural y hasta se justifica de cierta manera, que quienes se sienten débiles se agrupen para tratar de derrotarlo.
Es decir, que ven en el rival a un émulo del poderoso Goliat y como el legendario David, aquí se multiplican y defienden sus propios intereses. Sólo que a diferencia del mito, el desenlace es distinto. Las piedras lanzadas por los davides, no pegan en el blanco y por tanto más que debilitar, lo fortalecen.
Al parecer, eso sucede en el entorno político que hoy nos ocupa con miras a las elecciones del próximo 1 de julio. Por supuesto que no es privativo de estas lizas electorales, sucede cíclicamente, es un mal endémico que adolecemos.
A medida que van apareciendo nombres en las marquesinas y que las piezas del ajedrez se van acomodando, surgen las asociaciones en pos de la defensa de los intereses propios y particulares de cada uno de los “querendones” a cualquier puesto público. Ellos mismos tratan de envolverse en un alcázar inexpugnable, cuidando la presa para engullirla y disfrutarla. Esa fortaleza creada de la cual sólo unos cuantos cuentan con llave para abrirla, es su patente de corso. Obtenido con argucias, pero al fin, adueñados de él.
Esa impresión se produce muy nítidamente en el caso del Lic. Antonio Francisco Astiazarán Gutiérrez a quien miran como al Goliat a vencer.
Al Toño lo ubican como el villano favorito, el malo de la película, el diablo en persona y una serie más de motes que, ya sea a modo personal, los presuntos afectados por el aspirante al 04 distrito federal, le aplican; o incluso se valen de otros para intentar la misma tarea. Una forma muy cobarde de arrostrar acontecimientos.
Por mala fortuna mostrando evidentes signos de contrariedad y envidia, algunas runflas de políticos que le disputan la corona al Goliat priísta, no vacilan en usar toda clase de métodos ilegales para atacar. Además no conformes con ello, contratan los servicios de alguno que otro sicario de la información para tratar de complementar su labor.
Hay cuatro aspirantes a la diputación federal por el 04 distrito con sede en Guaymas: Marcos Antonio Ulloa Cadena, Israel Quiroz Márquez, Fermín Trujillo Fuentes y el multimencionado Antonio Astiazarán Gutiérrez. Son cuatro que buscan el cuatro, pero al único que han agarrado de “puerquito”, es a este último, a quien atacan -se colige-, por ser el de amplias y mejores posibilidades de ganar.
Hasta eso que el Lic. Astiazarán no requiere de nadie para organizar su defensa, solo –con su enorme habilidad e inteligencia-, “esquiva” con maestría cada golpe que le tiran y hasta hoy ninguno ha pegado en el blanco.
Y qué curioso, no obstante que son cuatro los contendientes que se subirán al ring en julio, la pelea real estará entre Antonio Astiazarán y el ex priísta Marcos Ulloa. El ex líder petrolero es cuña del mismo palo, pues.
La estructura priísta desde hace mucho ha trabajado para que el distrito tan anhelado y peleado –el 04-, sea ganado de modo sistemático e histórico, por los tricolores. Es más muchos ya dan como un hecho consumado, la victoria del Lic. Astiazarán Gutiérrez. La cruza de la papeleta el 1 de julio, será simple trámite.
Y no es que se quiera hacer menoscabo de la presencia de los otros contrincantes, pero estos modernos davides, han tomado un camino inadecuado para derrotar al Goliat Astiazarán. Se han dedicado más a golpear que a proponer y de eso, el pueblo, los electores ya estamos enfadados y cansados. Un modo eufemístico de decir que ¡estamos hasta la madre!
Queremos escuchar propuestas, campañas decentes y de altura, no descalificaciones, ni arrebatos o berrinches. Si entraron a una competencia, se supone que hay capacidad de reflexión y exposición de ideas. Debatir con argumentos, es sano, proferir ataques y verborreas, sólo refleja incapacidad, pobreza intelectual de quien los expulsa y por ende, indica nula preparación para representarnos en el Congreso de la Unión.
Goliat Astiazarán, como moderno Julio César, sólo expresa “Alea jacta est…”.
EL DIRECTOR DEL INSTITUTO MUNICIPAL DE CULTURA Y ARTE DE GUAYMAS (IMCA), ingeniero Javier Ballesteros López, desde que asumió la jefatura de esa entidad cultural, se puso “las pilas” y su presencia es notable y reconocida –como diría el buen Virgilio en su Eneida-, por tirios y troyanos.
Desde que el director del IMCA llegó, los eventos culturales se han multiplicado. Apoyado por sus jefes de esta administración, día a día se consolidan proyectos que tanta falta hace al pueblo.
Una de los muchos aciertos que Ballesteros López ha tenido, es la exhibición de películas de mucha calidad, en el auditorio cívico municipal fray Ivo Toneck los miércoles de cada semana y lo mejor de todo, las proyecciones son absolutamente gratis.
Hace dos semanas se exhibió una que en particular llevó un mensaje muy importante sobre la sociopatía quizás más extendida a nivel mundial y causante de desgracias personales, infortunios y pesares, como es el alcoholismo.
Es paradójico que en pleno siglo de las luces, contando con los adelantos más sofisticados en comunicación, haya gente que piense en el alcoholismo como un vicio. Y esto es aplicado incluso a profesionales de la medicina o de la psiquiatría. Naturalmente que es una mentalidad roma, se respeta pero en fin no deja de ser así. Por fortuna la percepción ha cambiado en muchos de ellos.
En 1950, la Organización Mundial de la Salud (OMS), realizó un profundo estudio en más de dos mil personas que bebían de un modo “anormal”. Esta investigación fue profusa y tuvo una duración de tres años, por ello, en 1953, los científicos convencidos, llegaron a la conclusión que es una enfermedad incurable, progresiva, incisiva y mortal por necesidad.
Es enfermedad, debido a que como en la diabetes, el cáncer, la hipertensión arterial y otras enfermedades más, tiene síntomas. El alcohólico se caracteriza por la pérdida del control con la bebida y la sintomatología más preponderante, es la NEGACIÓN. Evade su situación y prefiere refugiarse en su propio engaño.
Naturalmente que existen muchos otros indicios de que una persona está enferma por causa de la ingesta de bebidas alcohólicas, pero sería tan larga la lista que terminaría con el espacio. Sin embargo, se debe poner especial atención a la definición que sobre el alcoholismo emitió una psicóloga estadounidense de nombre Marty Mann: “Alcohólico es toda aquella persona que cuando bebe manifiesta pérdida del control de sus actos y la bebida le ocasiona probelmas en cualquier aspecto de su vida.
La enfermedad es progresiva debido a que entre más se ingiere bebidas de origen etílico, la adicción va creciendo. Jamás disminuye. Puede haber situaciones en las que una persona trate de convencerse de que no padece alcoholismo, cuando abrumado por sus sentimientos de culpabilidad, “prometa” dejar de beber por cierto lapso. Pero en el caso de los bebedores problema, una promesa a corto o largo plazo, es difícil de cumplir, además de que quien esté “seco” equis número de días o meses, comprobará que su enfermedad detenida, se dispara de nuevo y regresa al punto donde se quedó. En pocas palabras, el que es alcohólico, lo es para siempre, aunque no este bebiendo.
Y es una enfermedad mortal por necesidad, debido a que los actos ocasionados por conductas alcoholizadas, perjudican salud, relaciones sociales y un largo etcétera.
La película presentada el miércoles que les comento, se titula “Días de vino y rosas”, espléndidamente protagonizada por Jack Lemmon y Lee Remick (ambos ya fallecidos), retrata con enorme fidelidad el gran problema que aqueja a la humanidad prácticamente desde que el hombre descubrió por accidente la desinhibición y desparpajo que el intoxicarse etílicamente, le produce.
Pero no todo es mala noticia, por ventura, también desde 1935, apareció una agrupación fundada por dos ex bebedores problema y que se llama Alcohólicos Anónimos, cuya extensión en el mundo abarca actualmente más de 185 países.
Quienes acuden a esa organización, pueden encontrar la recuperación física y de sus vidas, en la amplia acepción de la palabra.
Bien por IMCA y su director el ingeniero Ballesteros López, por que con esa clase de cintas cinematográficas, además de entretener al selecto público que acude a la sala, los mensajes didácticos a la población son excelentes.
Desde este espacio felicito a mi amigo Javier y lo exhorto a seguir en la misma ruta pedagógica.
Guaymas necesita cultura y arte; y si ésta es completamente gratuita, pues qué esperamos para acudir a apoyar estos proyectos. ¡Enhorabuena! He dicho.