Por Fernando Ramírez Arballo
Con grato gusto observé una publicación en Facebook autoría de la exitosa galena dental de la vecina ciudad jardín, sin duda me refiero a la Dra. Blanca Aurora Camacho Sosa, en mencionada publicación cibernética, reconocía su intención de participar en las próximas elecciones, por un puesto de elección popular, los conocedores de política la ubican como la candidata idónea para el décimo cuarto distrito local con cabecera en empalme.
No es intención personal desvivirme en loas para la prestigiada dama tal y como muchos pseudo periodistas lo hacen por otras personas de calidad moral no muy digna; quienes tenemos el gusto de conocer personalmente a la Sra. Camacho, reconocemos que lleva bien fajada sus faldas y que el temple que la caracteriza se respira a simple cercanía, el paso por la “maldita CEA” la hizo notar como una dama justa, honrada y con bríos propios de una verdadera mujer, espero que su partido la valore y la ubique como un cheque al portador (en cuestión de votos) , para que sea la digna representante que los empalmenses necesitan en el congreso local.
Curul que en la actualidad está ocupada por el gris y anodino veterinario, Héctor Laguna, quien figura más en los medios de comunicación regalando balones a equipos de futbol de la localidad, fuera de toda realidad legislativa, obligación para la cual se le eligió, en fin, espero que los empalmenses no se vuelvan a equivocar. A la doctora se la deben y es hora de pagársela, le duela a quien le duela.
POR OTRA PARTE, es inverosímil uno de los dos principales nombres que se manejan como posibles alcaldes sustitutos, en Guaymas, una vez que el inepto de César Lizárraga pida licencia para irse en busca de un escaño en el congreso local –vergüenza debería de tener-, me refiero obviamente a Francisco Javier “el pio” Ponce, a quien deberían de cambiarle al mote por el “pillo”, por actividades deshonrosas ya conocidas, y si no creen pregúntenle a Juan José Ramírez.
Ojalá todo fuera un efecto mediático que busca sentar en la silla presidencial al sujeto de marras, pero pareciera ser que hay una factibilidad enorme, según se menciona por el respaldo que tiene del cabildo porteño, estas cosas nomás suceden en Guaymas, el donar un terreno para la construcción del comité directivo municipal de los pitufos, no te hace acreedor a un puesto de tal envergadura como lo es la presidencia municipal de un municipio.
Ahora resulta que el “pio” es un ser de vasta moral y de aptitudes políticas merecedoras de tal puesto, Dios quiera que la Sra. Mónica Marín sea la sucesora –aunque de manera interina- del neófito aún alcalde César Lizárraga, porque de no serlo así, ya veremos al señor Ponce, haciendo alarde de su arrogancia, prepotencia y derroche de recursos, característico de los mediocres, torpes e incapaces, no es nada personal en contra del regidor panista, mucho menos envidia, pero quien escribe esto lo hace con el debido conocimiento de causa, Guaymas tan bello, único y con presidentes tan pendejos, como quién pretende serlo.