Me llevaste al LIMITE
Por María Luisa Toledo Minutti
Nuestra relación empezó siendo implícita
Y yo siempre creí tener el dominio de la situación
Pero de ser una X en el mundo me convertí en una
Y cuando todo se despejó en nuestro interior.
Nuestra relación empezó a depender de ti
y mi vida empezó a estar en función de la tuya
Me decías que era variable, pero en realidad
sólo era dependiente de ti.
Argumentabas que nuestra relación ahora tenía
una función, pero no consideraste que
para que nuestra función pudiese ser,
tu fidelidad era un requisito indispensable.
Tener el dominio exigía un sacrificio
puesto que, dentro de todo el ámbito
donde te desenvolvías solamente podías
hacer pareja conmigo, con la variable,
la dependiente, de lo contrario todo
tu esfuerzo por conservar tu función,
se perdería.
Por mi parte sabía que no tenía
este compromiso ni en la relación
ni cuando decidiste tener una función,
pero me mantuve constante.
Sin embargo, no me sirvió porque sin piedad
te aprovechaste de mi constancia
cuando al derivar me convertiste en nada.
Sentías que tu función en la vida
era de una importancia exponencial,
pero yo diría que eras increíblemente racional.
Fue por eso que mi humilde valor
no fue compatible contigo
y aunque siempre quise
no pude pertenecer a tu ámbito
pues tu dominio no admitía mi existencia
por arruinar tu función.
Así que me excluiste tanto del dominio
como del rango de tu vida, aún sabiendo
que si te arriesgabas al límite conmigo,
mi humilde valor hasta el infinito te llevaría…