Por Manuel Rábago Parra
Pese a que la Navidad y el Año Nuevo son fechas de unión, paz y alegría, para muchos son todo lo contrario y se deprimen porque no han logrado realizar sus objetivos. Así, muchos optan por quitarse la vida, lo cual –a fines de cada año– incrementa las estadísticas de suicidios.
Al respecto, la psicóloga María Genoveva Guevara Luna, del Centro de Integración Familiar (CIF) de Guaymas afirma que, debido a que en esta etapa las personas hacen un balance de sus vidas, algunas de ellas se desaniman al notar que no han alcanzado sus metas y se autoeliminan.
La profesional de salud mental indicó que la mayoría de las personas se reúnen con sus familias y aprovechan para hacer un balance de sus vidas. Pero no todas están satisfechas con los resultados. Además de ello, otras se suicidan por nostalgia al no tener a su familia cerca.
Guevara Luna reveló que en Sonora, entre enero y en lo que va del mes de diciembre, 280 personas se quitaron la vida. Según la especialista, esta cifra se incrementaría y hasta podría sobrepasar los 300 casos que hubo en el 2010 en la entidad.
Lamentó los hechos que se han registrado en el vecino municipio de Empalme, que en tan solo dos meses van once personas que han logrado quitarse la vida por medio del ahorcamiento, “Una escalofriante realizad que evidencia la poca preocupación que tiene la población por su salud mental”.
Detalló que, por cada tres hombres que se autoeliminan, una mujer se quita la vida. También reveló que, en lo que va del presente año, 28 menores se suicidaron, lo que representa el 10% del total de quienes se mataron.
En su mayoría, los niños y los adolescentes que se quitan la vida tenían problemas en sus casas. Sus padres se han separado o discuten mucho. Otro factor que los alienta a autoeliminarse es que de-saprueban los cursos en la escuela y tienen miedo de que sus padres los castiguen.
Se “mueren de amor”
En tanto, el 50% de los suicidios y de los intentos de autoeliminación es cometido por personas que tienen problemas sentimentales.
“Muchas de ellas creen que el mundo se va a acabar porque sus parejas terminaron la relación o porque estas cometieron una infidelidad. Se deprimen mucho y no buscan ninguna ayuda profesional. Por ello, toman decisiones apresuradas y, en muchos casos, dejan hijos en la orfandad”, puntualizó Guevara Luna.
Añadió que todo esto se agrava con el desmedido consumo de drogas y de alcohol, lo cual facilita que el potencial suicida ‘tome valor’ y lleve a cabo su determinación.
Perfil suicida
Los potenciales suicidas ven todas las cosas de manera negativa y dan ciertas señales que indican que necesitan ayuda. Si dicen cosas como “sin mí, todo estará mejor” o “cuando muera me extrañarán”, acuda inmediatamente a una consulta con el psicólogo o con el psiquiatra.
Último caso
En Empalme, el domingo 18 de diciembre Margarita Camacho Murrieta, que contaba con 37 años de edad, y con domicilio en lote 9 manzana 58, del sector “Ortiz Rubio”, se quito la vida, utilizando un cable de los conocidos como “coaxial”, atado uno de los extremos a una viga del techo de la vivienda y el otro a su cuello, en este caso se desconocen los motivos de su fatal decisión.
Síntomas
La psicóloga María Genoveva Guevara Luna indicó que se debe de preocupar cuando uno, o alguien cercano tiene los siguientes síntomas, ya que podría ser un potencial suicida:
- Repentino aislamiento y retracción.
- Bruscos cambios de los comportamientos habituales.
- Pérdida del apetito y desinterés por actividades laborales y académicas.
- Disminución del rendimiento físico e intelectual.
- Desórdenes de sueño –como insomnio– o si duerme más de ocho horas.
La Atención
En caso de presentar un cuadro de perfil suicida calificó de importante acudir a una atención psicológica que el Desarrollo Integral de la Familia (DIF-Municipal) a través del Centro de Integración Familiar (CIF), cuenta con los servicios psicológicos para cualquier persona de manera gratuita.
La atención es la capacidad que tiene el ser humano para ser consciente de los sucesos que ocurren tanto fuera con dentro de sí mismo, esta es la atención total, aunque en psicología atención es sinónimo de concentración.
“La atención, comúnmente, es la capacidad para concentrar la actividad psíquica, es decir, el pensamiento, sobre un determinado objeto. Es un aspecto de la percepción mediante el cual el sujeto se coloca en la situación más adecuada para percibir mejor un determinado estímulo” indicó.
Existen tres tipos de atención, involuntaria: Aquí la atención depende de los estímulos del medio, a los que se les presta atención sin estar predispuesto a ello: el ruido de una bomba, un dolor de muelas o el frío intenso, por ejemplo, acaparan nuestra atención sin quererlo, simplemente por su propia intensidad.
Atención voluntaria: Las causas por las que se presta atención a algo no provienen del medio sino del propio sujeto, Es la motivación, y no un estímulo, lo que hace que nuestra atención se centre en algo determinado: una señora que quiera comprarse una nevera se fijará, por ejemplo, en todas las tiendas de electrodomésticos; y alguien que esté pensando en cambiar de coche mirará atentamente todos los que vea por la calle. Con frecuencia, cuando surge algún determinado tipo de conflicto, hay que realizar un esfuerzo para mantener la atención.
Pongamos un ejemplo muy representativo: un estudiante se encuentra fatigado y desea descansar, pero se acerca la fecha del examen y tiene que recurrir a su «fuerza de voluntad» para mantener la atención sobre los libros. Es decir, la atención depende muchas veces del esfuerzo voluntario que se hace para fijarla, obligándose a estar atento, a pesar de las interferencias que puedan surgir del exterior o del propio sujeto.
Atención habitual: El origen de esta atención deriva de los hábitos del sujeto, que lo inducen a fijarla según ciertos estímulos: un arquitecto reparará siempre en la urbanización de las ciudades y en la estructura de los edificios, mientras que un médico se fijará en las condiciones sanitarias de un lugar o en el aspecto físico de las personas.
Es una atención prácticamente automática e inconsciente. La persona con una amplia gama de intereses presta, habitualmente, atención a muchas más cosas que alguien que tiene pocos, enriqueciendo sin grandes esfuerzos su experiencia y su grado de conocimientos.
Los determinantes de la atención proceden del individuo y del exterior. La motivación es el determinante personal básico; los intereses, preocupaciones, ocupaciones, deseos, aspiraciones y hábitos hacen que cada persona se fije en ciertas cosas y situaciones.