Por Ventura Cota y Borbón III
La rampante corrupción dentro de la función pública –en cualquier nivel-, es un estigma que siempre la acompaña y acompañará por los siglos de los siglos santos, amén.Las constantes “reparaciones” que hacen de la entrada a Guaymas Norte –bulevar Diana Laura Riojas de Colosio-, resultan inútiles por que la baja calidad del material que se usa en ello, es evidente. Se han dado casos en los que apenas reabren la circulación de la rúa y menos de una semana después aparece dañada con baches o rajaduras, incluso si llueve o no.
Cuando nos atacó Jimena, el bulevar casi desapareció. Estuvo cerrado casi dos meses para reparaciones y una vez puesto en servicio, sólo fue suficiente una ligera llovizna para que de nuevo acusara los vestigios de la pobreza con que se “arregló”. Pero no culpemos al fenómeno natural, sino a los corruptos que “asfaltaron” con papel para quedarse con mucha lana.
Actualmente quienes tenemos la desgracia de transitar diario por ese camino, tanto de ida como de regreso sorteamos en la entrada y más parte del camino, con un cochinero de calle llena de enormes baches, hoyancos, aguas sucias y limpias, piedras, arena y hasta animales muertos. No estoy exagerando.
Tres reportes he puesto a la famosa oficina de Atención Ciudadana –que no sirve para nada-, y aunque amablemente toman el reporte, la respuesta no aparece.
No la chiflen, arreglen esa parte tan importante de la colonia. Sé que andan en unas “merecidas” vacaciones decembrinas, pero ya que regresen tomen cartas en el asunto. No seas flojo alcalde no la chin...y date unas vueltecitas por todo Guaymas para que te des cuenta de tantas necesidades.
Quesque han pavimentado setecientos mil metros cuadrados…. Los vecinos de Guaymas Norte nos conformamos con que pavimenten tres mil metros nada más y resolvemos la bronca de la entreda.
