viernes, 8 de julio de 2011

“Qué significa “chipocludo”

Por Juan Pescador
En mi “muro” de facebook, participé el natalicio de mi primer nietecito, y lo que implicaba para sus familiares, estar al pendiente de su crecimiento, en “esta chipocluda vida”.

Por el mismo medio, recibí diversas felicitaciones por el natalicio del bebé. Desde Empalme, Sonora---la “Ciudad Jardín”----mi amiga Aranda escribió:

---Felicitaciones, pero esa palabra “chipocluda”, ¿qué significa?

---Ya me complicaste la vida, ¡che Amiga!, ¿no te digo…?---, le contesté, al reconocer, que no sabía su significado exacto, ni cuándo la asimilé o bajo qué circunstancias, la adopté---. Lo que sí te aseguro---continué---, es que yo no la inventé. Quise dar a entender, con esa folclórica palabra, que la Vida actual, “está bien cabrona”. Por la violencia que diario vemos en los medios y cuyas balas a veces nos salpican localmente; MUY problemática en su dinámica social, por la crisis económica, por las escasas fuentes de trabajo y por los bajos salarios y el precario poder adquisitivo de éstos. Quise englobar en la frase de “vida chipocluda”, que la Vida, aún con algunos “pedos”, Es MUY bonita, EFECTIVÍSIMA, “pimientosa” y por eso, había que estar pendientes, para que los menores disfruten la Vida, seleccionen lo MÁS sano, diáfano y nutritivo para su cuerpo, su espíritu, su idiosincrasia y su contexto social.

Hasta allí el comentario en facebook, pero me quedé con la “espinita” de chipocludo…, cuál era la “neta” de su significado. A ciencia cierta, no lo sabía. Ahora sí que, sin doble sentido, solo la sabía usar… Traté de evocar en qué situaciones la escuché o aplicábamos:

___”Con que te sientes muy chipocludo…? ” Así le decíamos a algún morro pendenciero y brabucón, que llegase buscando camorra. Y con eso le estábamos diciendo, sintéticamente: ¿”Te sientes muy chingón”? En qué te basas, pinche “pendejo-mameluco-llorón-chaquetero-putito-e hijo de tu re…? ---“Órale”, a chingar a su madre, vaya a que le cambien de pañal…cagón ---jajaja--- y enseguida ¡¡¡toda la “infantería”!!!, “tuturutu-tuturutu”, le “aventábamos montón” a los “gandulones” “gandallas”, que llegaban a querernos aplicar lo que hoy todos entendemos por “bullying”.

---Es el mero chipocludo del barrio…, significaba “reconocer” al “mero pesado” del rumbo.

---Es muy chipocludo para el “trompo”, significaba que era muy bueno para los chingadazos, las peleas, las riñas o las “trompadas”.

Así que la palabra chipocludo ---discernía yo---, ha de significar que alguna persona, cosa o animal, ES muy sobresaliente, muy bueno, muy destacado, muy efectivo o muy “chingón” en algo…

O pudiera ser que derive de ¿“chipotle”…? Y significar que algo es muy “picante” y “sabroso… Se me hizo agua la boca, al evocar los sabrosos chipotles que hacía mi mamá y para que pudiéramos comerlos, los “desvenaba”, quitaba las semillas y lavaba, para que no picaran; agregaba mucha rodaja de zanahoria, cebollitas, hierbas de olor, vinagre, sal, piloncillo y toda la casa se impregnaba de una inefable atmósfera, irrepetible para el narrador, porque esa mixtura de madre-padre-abuela e hijos; esas moléculas familiares, algunos ya “desaparecieron”--- mamá, papá y una hermana--- … y los demás crecieron y se multiplicaron, fundando “sus” familias con sus propias “atmósferas”…; pero siguiendo con los chipotles; mi mamá los dejaba reposar y luego los vaciaba en un “vitrolero”.

Esos sí eran verdaderos sabores agridulces; no los sabores químicos actuales, que endulzan, pero envenenan, engordan e inician en los padecimientos arterioescleróticos y anemias. Es el consumismo de “chatarras” y chamoyes, prohibidos” en el sistema escolar nacional y en el del “Nuevo Sonora”.


Consulté el “tumbaburros”, es decir, el diccionario, el editado por la Academia Mexicana de la Lengua Española y ¡Zópilos y chanates…! El susodicho, no contenía la palabra chipocludo(a). ¿Resulta que yo la inventé…No, ni siquiera la agarré señorita, es decir, sin usar…?

Tampoco estaba en la sección de “mexicanismos”. Pensé en ampararme en la “instancia superior”, consultando el diccionario de “la Real Academia de la Lengua Española, pero menos la contenía, ya que según vi, es más inquisidora y practica la piromanía de términos, que según ella, “contaminan la pureza de la Lengua Española”. Su lema lo sentencia: “Limpia, fija y da Esplendor”, --- y efectivamente, tampoco contenía “chipocludo”.

Pero el habla popular viva, actual y cotidiana, no discrimina términos; ni espera que los incluyan a tiempo, destiempo o nunca los inscriban los académicos en sus diccionarios; la gente inventa sus propios términos o los adopta, más en estos tiempos de la internet y los medios de comunicación de masas, como la tv y diarios impresos, en los que palabras provenientes de todos los idiomas ---”barbarismos” dirían los académicos---; los difunden y masifican y nosotros los usamos de inmediato, aunque sea de pura “cura”.

Ejemplos:
“juay de rito”, que ridiculizó a la estrella de los noticieros de televisa, Joaquín López Dóriga, entrevistando a Antohny Hopkins. Y el contenido de la pregunta en el “Inglés” de Joaquín, es lo que era la cura. Todo mundo en la red, se saludo unos días de esa forma: “juay de rito.
Otra “palabra” surgida en la vorágine de la red, que popularizó un entrenador karateka, que inmerso en un ebrius-delirium “subido a la red”, personificó a su “héroe” Goku, enseñando a sus pupilos a sacar su “extra”: “¡Fua, fuaaaaaaaaaaaaaa !!! ¡Saco el carácter y saco la fuerza. Lo más importante es el dar el EXTRAAAA, EL FUUUAAAAAAA!!!!

La popularidad del entrenador y su pueril y ebria filosofía, ¡“fua”!, quedó ampliamente fijado en el auditorio televidente y los “internautas”.

Algunos de esas expresiones son muy pasajeras, pero otras, permanecen y marcan a la generación que los a incorporara y populariza. Hoy todo mundo de habla hispana, usa y sabe el significado de:

Nini: alguien que va a la escuela pero Ni estudia Ni se decide a trabajar; solo se van a ser pendejos; igual es un nini, el junior atenido a su familia; otra clase de ninis son simplemente los vagos. Ëstos son los ninis más típicos, pero el término me gusta, lo propongo para denotar a toda clase de pinches guevones y atenidos, sin discriminar edades, solo a los recién nacidos.

Otros términos que no encontraremos en el diccionario, pero creo los tendrán que incluir algún día; son:
Net, chatear, bullying, blog, etc. ¿Ya ven…? Académicos “Veladuermen” de la Lengua, prejuiciosos y “puristas…”…? Por andar discriminando mi “chipocluda” palabra…? Por andarse durmiendo, nosotros andamos enriqueciendo el “indioma”. Para su conocimiento, la raza ya recicló hasta Guey: antes la aplicábamos solo entre hombres, incluídos los gays; pero ahora aumentó el hato, porque hasta las muchachitas y gays…, se saludan: ¡Qué onda guey…!, aunque no he escuchado que la muchachada le dé la riqueza de significados que le dábamos, de tonto, atarantado o pendejo, como cuando alguien se tropezaba, le gritábamos, ¡!!“álzalas, guey!!! Nos referíamos a que alzara las patas, para que no se tropezara. Gueyes también se les decía a los que en Empalme les dicen “chivos” ---sin “agramont”, como hace poco todo mundo decía acá en el puerto. Sin agramont significaba, “sin agravio de los presentes” ---disculpas---. Por cierto, esta expresión, se me hacía muy vulgar, especialmente expresada por mujeres, que la rubricaban, con una carcajada.

Otra palabra reciclada es “antro”, antes significaba prostíbulo, cabaretucho miserable o “de mala muerte” , tugurio peligroso, “piquera”. En cambio, para nosotros ---ya me acomodé---, significa restaurante-bar y centro de baile.

“Tiendita” era un abarrotes o tienda modesta, ahora significa lugar donde expenden drogas; los “gallos” eran emplumados, cantaban quiquiriquí y no se fumaban; la nieve era la que preparaban con azúcar de caña y nevada, no la “nieve” actual en polvo y piedritas.

Bueno, aquí suelto el “gallo”, me “bajo de la nube”, hasta la próxima, pero la sugerencia positiva que agarré de dialogar, es que no debemos olvidar el uso de los diccionarios