miércoles, 20 de julio de 2011

Marco Antonio Murillo Lozano

Por Ventura Cota y Borbón III
Hoy 20 de julio se cumplen cuatro años que murió el Lic. Marco Antonio Murillo Lozano, un hombre brillante, inteligente, agudo, perspicaz, pero lamentablemente incomprendido por muchos y por ellos mismos llamado loco. En un tono no despectivo también quienes nos consideráramos sus amigos así le apodábamos, obvio decir las razones, mismas que arriba están perfectamente definidas.

Al “Loco” Murillo lo conocí hace muchos años. El profesor Alejandro Ramírez Cisneros fue quien me hizo llegar a él y posteriormente por vía personal, a Murillo Lozano le fui presentando amigos -pero de verdad no esas copias que sólo aprovecharon la aparente amistad para obtener beneficios-, con quienes departió sus últimos años.

La noticia sobre su muerte para muchos fue inesperada, ya que aunque el abogado padecía una enfermedad, ésta no era tan delicada como para habérselo llevado a la tumba. Ya no tiene caso alentar elucubraciones sobre su óbito, finalmente nada se puede hacer más que elevar plegarias por su alma.

Del licenciado Murillo se dijeron muchas cosas, unas verdades, la mayoría mentiras. Se tejieron en torno de él mitos que el mismo abogado con estruendosa risa y al grito de ¡Ufaaa!, desdeñaba.

Fui testigo muchas veces cuando encumbrados políticos –entre ellos Manlio Fabio Beltrones-, le llamaban para consultarle situaciones propias de sus actividades y que tenían relevancia a nivel nacional. Al principio dudaba de la veracidad de sus dichos, sin embargo pronto me calló la boca las acciones que cuento.

El "Loco" Murillo fue amigo de los amigos y entre ellos tuve el privilegio de ser uno muy cercano y quien vivió los momentos de alegría y a veces de llanto del ilustre maestro de las leyes.

Cuatro años han pasado y hoy habrá una misa por parte de sus familiares a la que por supuesto acudiré aunque se molesten los santos.

Marco Antonio Murillo Lozano donde te encuentres, desde allá manda tus bendiciones y cuidados. Salud amigo.