martes, 28 de junio de 2011

Y apenas van 48

Por Ventura Cota y Borbón III
Cuando era niño, de la lámpara de petróleo que encendía mi abuela Agripina en épocas en que la luz se iba con bastante regularidad, sobre todo cuando una pequeña lluvia hacía de las suyas, me llamaba la atención la mecha cuya flama azulada a medida que consumía el combustible, se desvanecía hasta que la oscuridad reinaba el lugar dando paso a los temores infantiles y en mi mente bullían ideas raras sobre la edad.

Pensaba que al igual que esa lámpara primitiva cuya mecha se quemaba al ritmo del fuego, así, el hombre con los años se extingue hasta llegar a oscurecerse. Veía a mi anciana abuela y pensaba que el día que yo estuviera como ella, pronto vendría la parca a cumplir con su deber.

Hoy en este día 28 de junio, cumplo 48 años y aunque luzco aún lozano –es sincero mi comentario, no se rían por favor-, siento que el combustible que da vida a mi “lámpara”, lleva poco más de la mitad.

Una amigable dolencia me ha impedido últimamente hacer la vida como me gusta y extraño francamente, esas escaladas al monumento a Juárez que cuando niño y adolescente, cubría con gran facilidad, si acaso hoy, debo conformarme con sólo llegar a la cima vía escalones y a paso muy lento.

Ni modo, es la ley de la vida y haciendo un pequeño balance, parafraseo a Amado Nervo cuando digo que a la vida precisamente, nada le debo por ello creo que estamos en paz. El balance es a mi favor y agradezco a Dios el que hoy me haya permitido llegar a mis primeros 48 años.

Tengo amigos y amigas, una en particular que ha llenado mi biblioteca de excelentes lecturas, hoy en su diestra traía un libro de Jorge Volpi y los mejores deseos para que su servidor siga cumpliendo. Le prometí empezar a leerlo hoy mismo, mas no pensé que tan de madrugada. Hoy me dio la sorpresa mi hija y llegó a las 4 AM, por ello en la sala de espera de la terminal, empecé la lectura de tan interesante ensayo.

Agradezco también por supuesto –ya estoy como cierto columnista de la localidad que presume sus “amistades”-, a Moisés Gómez Reina, Secretario de Economía del estado por su amable felicitación a través de una tarjeta que me hizo llegar; asimismo mi agradecimiento a mis amigos que vía Facebook me han mandado mensajes muy halagüeños. No los menciono a todos por que son miles y por ello mil gracias

En fin, una día como cualquiera pero que me gusta por que mi esposa e hijos me agasajan. Hoy perderé la dieta y le partiré el diente a lo que se me ponga enfrente.

Cambiando de tema, esta mañana muy temprano me enteré de la muerte de mi amigo Pánfilo Barrera López. Lamentable en verdad. A Pánfilo le tenía en buena estima.

Mi sincero pésame a la familia Barrea López, en especial a mis amigos Kuky e Iván.

Descanse en paz Pánfilo Barrera López.