Creo que en su mordaz comentario "agarró parejo", es decir, también llegamos tarde al banquete de la cultura, al de la educación, al de los valores morales, al de la honestidad y todo lo que conllevan esas importantes palabras.
Por ejemplo, resulta hasta cierto punto hilarante el modo en que se conducen los tribunos del Ayuntamiento. Ignoran todo lo que tenga que ver con sus respectivos nombramientos. Son tantos y tantas despistad(@)s que nada más falta que afirmen que la Sinfónica que nos deleitó recientemente, no estuvo presente, pero en su lugar mandaron a un señor muy "corajudo" que los amenazaba con una vara (batuta).
Pláticas insulsas
Ahora que la "ruinettsia" (para estar ad hoc) me ha convertido en su compañero más preciado y que por ende mi transportación es a bordo de camiones destartalados, me ha tocado escuchar -involuntariamente, desde luego-, unas pláticas tan sosas, insípidas e insulsas (que es lo mismo) entre personas de tan diversas formas, que éstas -las charlas-, rayan en lo absurdo y lo tonto.
Jóvenes incultos, contando a boca de cielo sus "hazañas" sexuales. Señoras que gritan instrucciones a través del aparatito loco llamado celular, sobre cuánta sal hay que echarle a los frijoles. Corridas de la casa porque el "señor" llegó bombo (sic) y sin lana.
"¿No supistes (sic) que ayer metieron al bote (sic) al Juanón porque lo agarraron robándose la tubería de doña Amalia?...Tonto y pensar que quiere el dinero para drogarse...".
En fin, entre esas pláticas de gran "aportación cultural", los brincos, jaloneos y la música de cumbias a todo volumen del chofer, día a día recorro de mi casa a la oficina y viceversa...
Que razón tenía Alfonso Reyes...De algo nos tenemos que morir...
Tarde pero seguro...