Por su invaluable aportación a la humanidad y su incondicional apoyo para la recuperación de millones de hombres y mujeres que han tenido problemas con la bebida, en esta edición rendimos tributo a Alcohólicos Anónimos.
Al cumplirse 75 años de su fundación, AA sigue más vigente que nunca y su crecimiento se refleja en casi todos los países del mundo con la inclusión de cada vez más hombres y mujeres dispuestos a ayudarse unos a otros.
La gran tarea de todos es apoyarse para mantener su sobriedad, en una cruzada en la que indiscutiblemente el gran soporte es la buena voluntad personal de entrar en recuperación.
Todo empezó con una simple reunión de un par de borrachos, Bill W. y el Dr. Bob, quienes a la par de su determinación por ser mejores individuos los llevó a fundar uno de los organismos más nobles de la historia.
Hoy en día, mañana también, las millones de personas que integran AA sostienen su fortaleza en el deseo de dejar de beber y en ayudar a otros a mantenerse sobrios.
Se dice fácil, pero la buena voluntad de cada individuo de alejarse de la bebida se nutre de los famosos Doce Pasos sugeridos para dejar de beber, diseñados como la teoría maestra de esta comunidad que trasciende todas las fronteras.
Sólo en México, existen más de 15 mil grupos distribuidos en 81 regiones del te-rritorio nacional. Seguramente cerca de su casa, en su colonia, hay un grupo de AA.
Como bien lo dicen en su texto de presentación “Alcohólicos Anónimos está o-rientada exclusivamente hacia la recuperación personal y la sobriedad continua de cada alcohólico que llegué a nuestra agrupación buscando ayuda”.
Millones, decenas de millones de hombres y mujeres del planeta han vuelto li-teralmente a la vida gracias a esta comunidad, cuya grandeza y propósitos es reconocida en todas las naciones.
Si usted, amigo lector, tiene problemas con la bebida, no se avergüence de esta enfermedad; al contrario, ejerza su voluntad y su derecho de mantenerse sobrio integrándose a esta noble institución. Aquí lo importante, reitera AA, es sobrellevar el problema con dignidad y asumir las ganas de ser mejores personas para sí mismas, para sus familias y para la sociedad.
Sólo se trata de mantenerse sobrio el día de hoy, sólo se trata de buscar ayuda en Alcohólicos Anónimos y estar convencidos, como lo están millones de personas en el mundo, que AA es un salvavidas universal.
Por eso y por mucho más, nos unimos al coro que al unísono retumba por todas partes… ¡Gracias Bill!, ¡Gracias Bob!
Al cumplirse 75 años de su fundación, AA sigue más vigente que nunca y su crecimiento se refleja en casi todos los países del mundo con la inclusión de cada vez más hombres y mujeres dispuestos a ayudarse unos a otros.
La gran tarea de todos es apoyarse para mantener su sobriedad, en una cruzada en la que indiscutiblemente el gran soporte es la buena voluntad personal de entrar en recuperación.
Todo empezó con una simple reunión de un par de borrachos, Bill W. y el Dr. Bob, quienes a la par de su determinación por ser mejores individuos los llevó a fundar uno de los organismos más nobles de la historia.
Hoy en día, mañana también, las millones de personas que integran AA sostienen su fortaleza en el deseo de dejar de beber y en ayudar a otros a mantenerse sobrios.
Se dice fácil, pero la buena voluntad de cada individuo de alejarse de la bebida se nutre de los famosos Doce Pasos sugeridos para dejar de beber, diseñados como la teoría maestra de esta comunidad que trasciende todas las fronteras.
Sólo en México, existen más de 15 mil grupos distribuidos en 81 regiones del te-rritorio nacional. Seguramente cerca de su casa, en su colonia, hay un grupo de AA.
Como bien lo dicen en su texto de presentación “Alcohólicos Anónimos está o-rientada exclusivamente hacia la recuperación personal y la sobriedad continua de cada alcohólico que llegué a nuestra agrupación buscando ayuda”.
Millones, decenas de millones de hombres y mujeres del planeta han vuelto li-teralmente a la vida gracias a esta comunidad, cuya grandeza y propósitos es reconocida en todas las naciones.
Si usted, amigo lector, tiene problemas con la bebida, no se avergüence de esta enfermedad; al contrario, ejerza su voluntad y su derecho de mantenerse sobrio integrándose a esta noble institución. Aquí lo importante, reitera AA, es sobrellevar el problema con dignidad y asumir las ganas de ser mejores personas para sí mismas, para sus familias y para la sociedad.
Sólo se trata de mantenerse sobrio el día de hoy, sólo se trata de buscar ayuda en Alcohólicos Anónimos y estar convencidos, como lo están millones de personas en el mundo, que AA es un salvavidas universal.
Por eso y por mucho más, nos unimos al coro que al unísono retumba por todas partes… ¡Gracias Bill!, ¡Gracias Bob!
