Por Ventura Cota y Borbón III
XHDR: 70 años…
Dra. Camacho, la idónea…
Murió “El General”…
Dra. Camacho, la idónea…
Murió “El General”…
A ciencia cierta no recuerdo exactamente donde se ubicaba la radiodifusora XHDR en el año de 1970. De hecho, en la época antes mencionada, fue la primera vez que la visité y en cabina se encontraba –como siempre por la mañanas muy temprano-, el excelente amigo y hoy ya retirado del micrófono, don Hirám Ortega Bobadilla, quién sabe por qué apodado en aquellos años como “El Piedrero”.
Resulta que mi padre, el señor don Ventura Cota Reyes II, también muy camarada del “Chavalón de las polkas”, en sus paseos diurnos, acostumbraba visitar al locutor y yo me le pegaba. Ello a pesar de la desmadrugada; sin embargo quizá porque siempre me ha gustado el ambiente de la comunicación, hacía mi sacrificio.
Fueron muchas las ocasiones en que éste que aquí escribe, con su voz aflautada producto de la infantil edad (7 años) pegado al micrófono me tocó dar la hora. Aún y muy claramente visualizo ese episodio cuando decía: “En la DR son las siete de la mañana…”. Don Hirám, mi padre y a veces hasta “El Rey”, Jesús Noé Peñúñuri Torres (también buen amigo y locutor de esa radio en aquellos años), reían por el hecho, al mismo tiempo que empinaban una botella de buen tequila “Sauza”.
Posteriormente, ya de edad adulta, durante algún tiempo, no recuerdo qué tanto, con el gusanito de querer ser locutor y ante la oportunidad de que me abrió las puertas de la cabina y el micrófono otro buen amigo desafortunadamente ya fallecido, don Jorge Omar Avilés Bustamante, hice mis pinitos en el turno que durante muchos años don Omar trabajó: de ocho a diez de la noche. ÉL cerraba emisión. El himno nacional era el preámbulo para que las ondas hertzianas se apagaran y el ciclo se repitiera al día siguiente.
En ese tiempo, la mayoría de las radios, sólo trabajaban de 6 de la mañana a 10 de la noche. Unos años después, fue cuando comenzó –por decirlo de alguna manera-, la moda de que las emisoras de radio transmitieran las 24 horas. La DR en ese negocio andaba.
En el programa de don Omar Avilés, aprendí a manejar los controles, secuencia de anuncios y música, leer noticias, entre otras cosas. Era muy fácil, ya que la era de la computadora recién comenzaba y a dife-rencia de los locutores de antes, en que éstos tenían que convertirse literalmente en pulpos, para poder manejar toda la madeja completa, hoy todo se domina a través de los adelantos electrónicos.
A la XHDR en lo personal le guardo un cariño muy especial por las anécdotas, vivencias líneas antes señaladas, el gran caudal de amigos que tengo entre otros don Jorge Enríquez Valle, y por otras cuestiones, por ello el pasado 1 de mayo en que conmemoró sus primeros setenta años de estar al aire, me sorprendió y a la vez me entristeció que en su celebración no haya incluido a quienes han hecho de esa emisora, lo que es: el pueblo.
Desde luego que cada quien tiene la libertad de festejarse como a bien le parezca; sin embargo, insisto, no debió dejarse al populacho por fuera, cuando menos en el día principal. Los eventos posteriores no valen.
Otras veces, sumado a la fecha especial que representa el 1 de mayo, “La Grande de Guaymas” aprovechaba el día para echar la casa por la ventana y así agasajar a los que verdaderamente lo merecen. No a los locutores, al personal administrativo o al mismo concesionario; no, -vuelve la mula al trigo-, al PUEBLO.
En vez de eso, hicieron en esta ocasión una celebración elitista, aunque Fernando Villa no lo haya creído así. Fue el salón Conquistador del hotel Playas de Cortés, el que sirvió de marco para recibir a muchas “celebridades” del mundo de la política.
Unas dos horas antes del festejo mencionado, durante una entrevista que hizo la señora Lina Bueno al concesionario Lic. Heriberto Lizárraga Zataráin, ésta lo destapa como candidato a diputado local y, ya en plena fiesta, ante el desfile de muchos políticos de ayer y hoy, al parecer se insistió en el descobijo para candidatear a una diputación local al concesionario y político de marras.
Naturalmente que no tiene nada de malo si de destapes se trata, yo mismo aunque no tenga algún cargo de carácter político (Dios me libre) sino simplemente como ciudadano, pues propongo como candidata a mi ponderada amiga la doctora Blanca Aurora Camacho Sosa, que al fin y al cabo, méritos y virtudes no le hacen falta para tener su curul en el Congreso del Estado.
O sea, que en mi muy humilde apreciación personal -aunque no le haya parecido así a mi amigo Fernando Villa-, el arribo a su septuagésimo aniversario de la radio XHDR, sólo fue un pretexto para que los mismos de siempre, los que han hecho de este pobre pueblo, un menesteroso hambriento, una aldea que no pasa de ser de pescadores –parafraseando al ex presidente de la república-, y sirviera éste como pasarela de políticos cuyos cartuchos están ya muy quemados. ¿La caballada está tan flaca que no hay otros mejores…? Digo. (Fui invitado al evento, pero decliné en virtud de que avizoré lo que se acercaba. Los actos políticos no son de mi agrado.)
Y A PROPÓSITO DE la doctora Blanca Aurora Camacho Sosa, hoy cumpliendo con un deber más en la Agencia Fiscal de Puerto Peñasco, muchas personas del ámbito político creen que sería la idónea para contender precisamente por una diputación local, ya que su foja como servidora pública ha sido impecable, además de que es su tiempo.
Dentro de los puestos de elección popular, se debe dar oportunidad a más mujeres. El caso de la Camacho es un ejemplo de que las féminas son más responsables, más férreas en el cumplimiento de su deber y en hacer cumplir el deber a los demás, pero sobre todo, está comprobado que salvo sus honrosas excepciones, son más HONESTAS.
Para mala fortuna de muchas mujeres de gran valía (aquí incluyo a otra buena camarada: Norma Elvira Castro Salguero), los partidos políticos están plagados de misóginos que por su misma animadversión a los especimenes femeninos, les obstaculizan y no les permiten escalar puestos claves que sin lugar a dudas, visualizan que serán superados por una miríada de kilómetros.
Ni modo, mientras en los partidos políticos haya dirigentes rebasados por su propio complejo de inferioridad, pondrán barreras que limiten la participación de la mujer en trabajos que pueden ha-cer mejor que muchos “machos expertos” y que además, insisto, son los mismos de siempre. Imagínense si no, el Bebo Zataráin quiere ser de nuevo candidato a la alcaldía del puerto. Ufff, Dios nos libre.
La doctora Camacho Sosa, es mi gallo, (o debo decir mi gallina) para que sea ungida como candidata a diputada local en las ya muy cercanas lizas electorales del 2009. Si algunos-algunas se dan el lujo de destapar a sus gallos, pues porqué yo no he de darme esa oportunidad. Suerte y salud.
EL 12 DE MAYO PRÓXIMO PASADO, falleció en este puerto de Guaymas, “El General”, don Óscar Ulloa Nogales. Toda una trayectoria dentro del mundo político.
Sólo una vez lo traté, por allá en el año de 1981. En ese entonces, “El General” era diputado. Llegué a su casa en la colonia Loma Linda, tenía a un grupo de invitados en una fiesta que celebraban y debo decir que sin conocerme previamente, me recibió amablemente. Todo un caballero. Mis respetos donde quiera que se encuentre. Para su esposa e hijos, amigos y quienes le apreciaron, vayan mis sinceras condolencias y solidaridad. Un abrazo Marcos. Descanse en paz Óscar Ulloa Nogales. He dicho.