Fernando Villa Escárciga
La constante obra de Fray Ivo con más de 400 niñas y niños, jóvenes artistas, se materializa este 8 de diciembre con el gran Festival de Navidad
Un Institu
to de Bellas Artes que se nutre, un Mariachi de gran aprecio, un Auditorio funcional y una Banda Marchante que se consolida son expresiones vivas de los sueños posibles de Fray Ivo Toneck.
Baluartes de la cultura y el arte en Guaymas, de arte en constante crecimiento, Fray Ivo y sus muchachos darán esta semana otra demostración de su calidad y talento en el Festival Navideño a celebrarse el 8 de diciembre.
La cita, otra vez, en el Auditorio Fray Ivo, recinto que lleva el nombre del franciscano que tanto lustre ha dado al talento, a la alegría y ganas de vivir de miles de jóvenes guaymenses.
Charles William Toneck, galardonado con el Premio Sonora a la Filantropía 2006, encabezará otra vez la fiesta en el auditorio que será abarrotado de familias que alimentarán de aplausos a los artistas que hacen de nuestro Guaymas una ciudad mejor.
Sí, este y los demás son parte de los sueños posibles de quien a base de sudor y un gran trabajo, humilde en su silenciosa grandeza, ha contribuido para multiplicar cosas buenas para todos.
A eso se suman la televisora del Instituto de Bellas Artes, la misma Banda Marchante que en menos de un año estremece con su música bonita las calles del puerto.
Hermoso Festival
La directora María Andrea Brambila Navarro expresa con manifiesto gozo que en este noveno aniversario la fiesta del instituto se cristalizará en el hermoso Festival de Navidad.
Actualmente son 403 alumnas y alumnos los que a diario acuden al edificio que antes fue ruinas y hoy está convertido en un vergel de talentos, de música y danza como poesía en movimiento.
“Cada año son más niñas y niños, muchachas y muchachos que engrandecen la obra de Fray Ivo”, manifiesta.
Aunque inaugurado en 1998 como Instituto de Bellas Artes, en realidad la obra de Fray Ivo como impulsor de la cultura y el arte inició hace 23 años en la Casa Franciscana de Guaymas.
Apoyado hoy por 20 maestros, 180 hombres y 223 mujeres asisten como alumnos al instituto; trescientos de ellos aprenden música y 103 son cada día mejores danzantes.
La Banda Marchante, apoyada por todos los Regidores, la Síndico y el alcalde Antonio Astiazarán Gutiérrez ya se integra por 81 jóvenes músicos, en su mayoría niñas y niños, así como por veinte bastoneras.
Es tanta su calidad que ya trasciende las fronteras del Municipio al grado que el 1º de diciembre participarán en un Desfile Navideño en Hermosillo, a cuya comunidad han deleitado en varias ocasiones.
Qué decir del Mariachi Guadalupano en sus categorías infantil y juvenil, institución plenamente consolidada entre lo mejor de lo mejor de la música vernácula en Sonora.
Para este 8 de diciembre igual se preparan varios números musicales en un evento al que se extenderá invitación especial al alcalde Antonio Astiazarán.
Flautas, tambores, oboes, violines, violas y trompetas derramarán sus ritmos por todos los rincones del auditorio desde las seis de la tarde para cerrar un ciclo más del instituto.
Muchas guitarras, guitarras (como la que toca el guapo Luis Ernesto, en la portada de esta edición) que se ejecutarán en armonía y ritmos, suaves y vigorosos, destellando policromas ondas musicales.
Todo eso y más es parte del trabajo de Fray Ivo, quien con sus ochenta años a cuestas recorre las calles en bicicleta con su infaltable camiseta que alguna vez fue blanca y ahora luce parda a fuerza de su diario trajinar.
Sin descanso
Incansable en eso de organizar, construir recintos y promover la cultura Fray Ivo Toneck sigue materializando sus sueños en niños y jóvenes. Para él no hay reposo.
Es un hombre de trabajo constante, de zapatos gastados y recubiertos de cemento, de pantalón cubierto de grasa y pintura, en figura coronada por su frente brillante de sudor.
Es Fray Ivo el piloto aviador, agricultor, soldado, corredor de motos y carros, plomero, albañil, soldador, electricista… El hombre que lo deja todo cuando de ayudar a un niño accidentado se trata.
Y se da tiempo, nadie sabe cómo ni de dónde saca tanta fuerza su incansable corazón para estar en muchas partes a la vez; a veces se le mira al caer la tarde regando flores en el jardincito ubicado frente a Bellas Artes.
“Lo importante son los jóvenes, que les ayudemos a sentirse orgullosos de la cultura de su país, a tener confianza en sí mismos para que luchen por una vida mejor”, dice y vuelve a repetir.
Llegó para quedarse hace 21 años e incorporarse a la Casa Franciscana por órdenes de su congregación. Ahí realizó una notable labor espiritual y tareas de apoyo social.
Antes vino en 1975 a San José de Guaymas a reparar la capilla del lugar. Dentro de su orden, el fraile pertenecía a un grupo de constructores especializados.
Luego diseñó la construcción del Mesón de Jesús y el mismo Instituto de Bellas Artes, el centro cultural más importante del Municipio.
Más que de las obras materiales, Fray Ivo se enorgullece de su labor con los niños y jóvenes guaymenses, cuyas virtudes artísticas han sido apreciadas por doquier.
Además de ser requeridos para eventos oficiales y fiestas populares, los grupos artísticos del Bellas Artes también han asistido a Nacozari, Álamos, Obregón y a la Ciudad de México.
Aunque han hecho presentaciones en Boston, Massachussets y en Phoenix, pero la gran gira del Mariachi Guadalupano por Europa todavía emociona a Fray Ivo.
En 1997 realizaron la Gira a Suiza desde Guaymas; diecisiete personas que portaron con orgullo el estandarte y la música nacional por el país de los grandes alpes.
Luego tocaron en la ciudad de Asís, Italia, frente a la capilla de San Francisco y Santa Clara, para luego viajar a Roma a visitar al papa Juan Pablo II.
“Los muchachos guaymenses llevaron su música al Santo Padre, estrecharon su mano; esta ciudad debe sentirse orgullosa de aquella bendición que fue para todos. Fue una gran experiencia”, dice Fray Ivo.
Erigiendo edificios
Para restaurar y “levantar” edificios en ruinas hasta convertirlos en recintos dignos de la cultura, como el Bellas Artes y el Auditorio, reconoce el gran apoyo de bienhechores.
De esos y otros bienhechores, como Fray Ivo y sus colaboradores les llaman, casi nunca se saben los nombres, aunque seguramente varios de ellos estarán presentes en el Festival de Navidad.
El 1 de junio de 1998 recibió en comodato el edificio, donde su directora de Bellas Artes, María Andrea Brambila y Rosa Elvira Osuna, encargada de los eventos, vitalizan con su trabajo el lugar.
Ahí se rasca la guitarra y se acaricia el violín, se besan la trompeta y la flauta mientras se aporrean los tambores que conducen el ritmo para que bailen las tardes.
Pero igual zapatean, giran y acarician el suelo con los pies en danza constante los grupos de ballet, perfeccionado sus virtudes en contoneos, saltos y cadencias coloridas.
“Se ha invertido muchísimo trabajo aquí, las muchachas y muchachos tienen un gran talento y disciplina. Cada día son mejores para orgullo de todos”, dice el infatigable franciscano.
Hijo de Luis y Margarita, nació en Los Ángeles, California en 1927. Y aunque nació allá, Fray Ivo es de aquí.
Es tan de aquí que sus sueños posibles viven y se multiplican con la danza que baila en sus manos y la música que alegra sus ojos.
Porque desde Fray Ivo, a qué dudarlo, Guaymas y sus muchachos han sido arte en crecimiento. Este 2007 crecieron más…
La constante obra de Fray Ivo con más de 400 niñas y niños, jóvenes artistas, se materializa este 8 de diciembre con el gran Festival de Navidad
Un Institu
Baluartes de la cultura y el arte en Guaymas, de arte en constante crecimiento, Fray Ivo y sus muchachos darán esta semana otra demostración de su calidad y talento en el Festival Navideño a celebrarse el 8 de diciembre.
La cita, otra vez, en el Auditorio Fray Ivo, recinto que lleva el nombre del franciscano que tanto lustre ha dado al talento, a la alegría y ganas de vivir de miles de jóvenes guaymenses.
Charles William Toneck, galardonado con el Premio Sonora a la Filantropía 2006, encabezará otra vez la fiesta en el auditorio que será abarrotado de familias que alimentarán de aplausos a los artistas que hacen de nuestro Guaymas una ciudad mejor.
Sí, este y los demás son parte de los sueños posibles de quien a base de sudor y un gran trabajo, humilde en su silenciosa grandeza, ha contribuido para multiplicar cosas buenas para todos.
A eso se suman la televisora del Instituto de Bellas Artes, la misma Banda Marchante que en menos de un año estremece con su música bonita las calles del puerto.
Hermoso Festival
La directora María Andrea Brambila Navarro expresa con manifiesto gozo que en este noveno aniversario la fiesta del instituto se cristalizará en el hermoso Festival de Navidad.
Actualmente son 403 alumnas y alumnos los que a diario acuden al edificio que antes fue ruinas y hoy está convertido en un vergel de talentos, de música y danza como poesía en movimiento.
“Cada año son más niñas y niños, muchachas y muchachos que engrandecen la obra de Fray Ivo”, manifiesta.
Aunque inaugurado en 1998 como Instituto de Bellas Artes, en realidad la obra de Fray Ivo como impulsor de la cultura y el arte inició hace 23 años en la Casa Franciscana de Guaymas.
Apoyado hoy por 20 maestros, 180 hombres y 223 mujeres asisten como alumnos al instituto; trescientos de ellos aprenden música y 103 son cada día mejores danzantes.
La Banda Marchante, apoyada por todos los Regidores, la Síndico y el alcalde Antonio Astiazarán Gutiérrez ya se integra por 81 jóvenes músicos, en su mayoría niñas y niños, así como por veinte bastoneras.
Es tanta su calidad que ya trasciende las fronteras del Municipio al grado que el 1º de diciembre participarán en un Desfile Navideño en Hermosillo, a cuya comunidad han deleitado en varias ocasiones.
Qué decir del Mariachi Guadalupano en sus categorías infantil y juvenil, institución plenamente consolidada entre lo mejor de lo mejor de la música vernácula en Sonora.
Para este 8 de diciembre igual se preparan varios números musicales en un evento al que se extenderá invitación especial al alcalde Antonio Astiazarán.
Flautas, tambores, oboes, violines, violas y trompetas derramarán sus ritmos por todos los rincones del auditorio desde las seis de la tarde para cerrar un ciclo más del instituto.
Muchas guitarras, guitarras (como la que toca el guapo Luis Ernesto, en la portada de esta edición) que se ejecutarán en armonía y ritmos, suaves y vigorosos, destellando policromas ondas musicales.
Todo eso y más es parte del trabajo de Fray Ivo, quien con sus ochenta años a cuestas recorre las calles en bicicleta con su infaltable camiseta que alguna vez fue blanca y ahora luce parda a fuerza de su diario trajinar.
Sin descanso
Incansable en eso de organizar, construir recintos y promover la cultura Fray Ivo Toneck sigue materializando sus sueños en niños y jóvenes. Para él no hay reposo.
Es un hombre de trabajo constante, de zapatos gastados y recubiertos de cemento, de pantalón cubierto de grasa y pintura, en figura coronada por su frente brillante de sudor.
Es Fray Ivo el piloto aviador, agricultor, soldado, corredor de motos y carros, plomero, albañil, soldador, electricista… El hombre que lo deja todo cuando de ayudar a un niño accidentado se trata.
Y se da tiempo, nadie sabe cómo ni de dónde saca tanta fuerza su incansable corazón para estar en muchas partes a la vez; a veces se le mira al caer la tarde regando flores en el jardincito ubicado frente a Bellas Artes.
“Lo importante son los jóvenes, que les ayudemos a sentirse orgullosos de la cultura de su país, a tener confianza en sí mismos para que luchen por una vida mejor”, dice y vuelve a repetir.
Llegó para quedarse hace 21 años e incorporarse a la Casa Franciscana por órdenes de su congregación. Ahí realizó una notable labor espiritual y tareas de apoyo social.
Antes vino en 1975 a San José de Guaymas a reparar la capilla del lugar. Dentro de su orden, el fraile pertenecía a un grupo de constructores especializados.
Luego diseñó la construcción del Mesón de Jesús y el mismo Instituto de Bellas Artes, el centro cultural más importante del Municipio.
Más que de las obras materiales, Fray Ivo se enorgullece de su labor con los niños y jóvenes guaymenses, cuyas virtudes artísticas han sido apreciadas por doquier.
Además de ser requeridos para eventos oficiales y fiestas populares, los grupos artísticos del Bellas Artes también han asistido a Nacozari, Álamos, Obregón y a la Ciudad de México.
Aunque han hecho presentaciones en Boston, Massachussets y en Phoenix, pero la gran gira del Mariachi Guadalupano por Europa todavía emociona a Fray Ivo.
En 1997 realizaron la Gira a Suiza desde Guaymas; diecisiete personas que portaron con orgullo el estandarte y la música nacional por el país de los grandes alpes.
Luego tocaron en la ciudad de Asís, Italia, frente a la capilla de San Francisco y Santa Clara, para luego viajar a Roma a visitar al papa Juan Pablo II.
“Los muchachos guaymenses llevaron su música al Santo Padre, estrecharon su mano; esta ciudad debe sentirse orgullosa de aquella bendición que fue para todos. Fue una gran experiencia”, dice Fray Ivo.
Erigiendo edificios
Para restaurar y “levantar” edificios en ruinas hasta convertirlos en recintos dignos de la cultura, como el Bellas Artes y el Auditorio, reconoce el gran apoyo de bienhechores.
De esos y otros bienhechores, como Fray Ivo y sus colaboradores les llaman, casi nunca se saben los nombres, aunque seguramente varios de ellos estarán presentes en el Festival de Navidad.
El 1 de junio de 1998 recibió en comodato el edificio, donde su directora de Bellas Artes, María Andrea Brambila y Rosa Elvira Osuna, encargada de los eventos, vitalizan con su trabajo el lugar.
Ahí se rasca la guitarra y se acaricia el violín, se besan la trompeta y la flauta mientras se aporrean los tambores que conducen el ritmo para que bailen las tardes.
Pero igual zapatean, giran y acarician el suelo con los pies en danza constante los grupos de ballet, perfeccionado sus virtudes en contoneos, saltos y cadencias coloridas.
“Se ha invertido muchísimo trabajo aquí, las muchachas y muchachos tienen un gran talento y disciplina. Cada día son mejores para orgullo de todos”, dice el infatigable franciscano.
Hijo de Luis y Margarita, nació en Los Ángeles, California en 1927. Y aunque nació allá, Fray Ivo es de aquí.
Es tan de aquí que sus sueños posibles viven y se multiplican con la danza que baila en sus manos y la música que alegra sus ojos.
Porque desde Fray Ivo, a qué dudarlo, Guaymas y sus muchachos han sido arte en crecimiento. Este 2007 crecieron más…